En China surgieron protestas masivas contra la propuesta de construcción de una fábrica de aluminio, valuada en 6.700 millones de dólares, en una ciudad cercana a la frontera con Siberia, la región oriental de Rusia. El martes, miles de personas salieron a las calles de Daqing en el tercer día consecutivo de protestas contra la fábrica, debido a la preocupación por el riesgo de contaminación. Los manifestantes afirman que ya hay dos fábricas químicas en la ciudad y sostienen que estas han causado altos niveles de contaminación.
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