El gobierno de Donald Trump revirtió las medidas de protección dirigidas a estudiantes transgénero en las escuelas públicas de Estados Unidos. Esta decisión significa un paso atrás respecto de la decisión sin precedentes de su antecesor, el presidente Barack Obama, de mayo pasado, mediante la cual ordenó a las escuelas públicas que permitieran que los estudiantes transgénero usaran los baños que coinciden con su identidad de género. El miércoles, cientos de manifestantes se congregaron frente a la Casa Blanca para pedirle a Trump que proteja a los estudiantes transgénero. Entre los participantes se encontraba Mara Keisling, del Centro Nacional de Derechos de las Personas Transgénero.
Mara Keisling afirmó: “Ya está sucediendo lo peor. Este hombre está asustando a los niños de todo el país. Realmente están preocupados por ir a la escuela mañana, por ser acosados. Estos niños tienen que ir a la escuela todos los días con la preocupación de que serán acosados por otros niños e incluso por algunos educadores. ¿Y ahora deben preocuparse por ser acosados por el fiscal general de Estados Unidos y el presidente de Estados Unidos? No está bien”.
Según informes de prensa, en un comienzo hubo diferencias de opiniones sobre el tema en el Despacho Oval, entre el fiscal general, Jeff Sessions, y la secretaria de Educación, Betsy DeVos. El periódico The New York Times informó que inicialmente Devos se negó a aprobar la medida y le dijo a Trump que no se sentía cómoda debido al posible daño que podría causarles la rescisión de las medidas de protección a los estudiantes transgénero. El presidente estuvo de acuerdo con Sessions y presionó a DeVos para que abandonara su posición, que fue lo que hizo posteriormente.