Naciones Unidas afirma que las víctimas civiles en Afganistán aumentaron el año pasado, en particular en el caso de los niños. En total, 923 niños fueron asesinados en medio de los combates en curso entre los talibanes, las fuerzas de seguridad estadounidenses y afganas respaldadas por Estados Unidos, y los milicianos del autoproclamado Estado Islámico (ISIS). Un total de 3.498 civiles murieron en medio de los combates en 2016, la mayoría de ellos en atentados suicidas con bomba. Más de cien perdieron la vida en ataques aéreos con aviones de combate internacionales, incluyendo los de Estados Unidos.
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