Titulares26 de julio de 2017

Los senadores republicanos lograron que se aprobara por un estrecho margen una votación de procedimiento para iniciar el debate sobre los planes de derogar y posiblemente reemplazar la Ley de Cuidado de Salud a Bajo Precio el martes, pero tan sólo horas más tarde no lograron obtener suficientes votos para que se aprobara su proyecto de ley para reemplazar la ley de salud conocida como Obamacare.

En un comienzo, en una votación de 50 votos contra 50, en la que el vicepresidente Mike Pence rompió el empate, el Senado aprobó que se iniciara el debate. Dos senadoras republicanas, Susan Collins, de Maine, y Lisa Murkowski, de Alaska, votaron junto a los demócratas en contra de la moción de proceder con el debate. El senador de Arizona John McCain regresó al Congreso para emitir el voto decisivo para que comenzara el debate, tan sólo una semana después de que se le diagnosticara cáncer de cerebro.

Sin embargo, cuando comenzó el debate, las divisiones dentro del Partido Republicano con respecto a un proyecto de ley de reemplazo hicieron que fracasaran los intentos de promover una legislación. Nueve republicanos votaron con los demócratas para rechazar la primera propuesta de un plan de atención de salud, que habría dejado a más de 20 millones de estadounidenses sin seguro de salud. Los republicanos necesitaban 60 votos para aprobar el proyecto de ley, pero finalmente solo obtuvieron 43. En el transcurso del día, los legisladores republicanos enfrentaron grandes manifestaciones en la sala del Capitolio, en las oficinas del Congreso e incluso en la puerta de sus propias casas.

Alrededor de 100 personas fueron arrestadas a lo largo del día cuando el Senado inició el debate sobre los planes republicanos de derogar y posiblemente reemplazar la Ley de Seguro de Salud a Bajo Precio, conocida como Obamacare. Una activista habló durante una protesta que se llevó a cabo en la mañana frente a la casa del senador de Ohio Rob Portman.

Activista: “Se llama Charley”.

Multitud: “Se llama Charley”.

Activista: “Nació a las 26 semanas”.

Multitud: “Nació a las 26 semanas”.

Activista: “Pesó 800 gramos”.

Multitud: “Pesó 800 gramos”.

Activista: “Ley de Seguro de Salud a Bajo Precio le dio una oportunidad”.

Multitud: “Ley de Seguro de Salud a Bajo Precio le dio una oportunidad”.

Activista: “Medicaid lo hizo posible”.

Multitud: “Medicaid lo hizo posible”.

Activista: “Un voto afirmativo le robará su futuro”.

Multitud: “Un voto afirmativo le robará su futuro”.

Activista: “Es mi hija”.

Multitud: “Es mi hija”.

Activista: “Y lucharé”.

Multitud: “Y lucharé”.

Activista: “Hasta que ganemos”.

Multitud: “Hasta que ganemos”.

Mientras decía esto, la activista tenía a su hija, Charley, sentada sobre sus hombros. Llevaba un cartel con la leyenda: “Su nacimiento es una afección preexistente”. Horas más tarde, cientos de activistas del grupo de defensa de los derechos de las personas con discapacidad ADAPT ocuparon un edificio de oficinas del Senado mientras coreaban: “Preferiría ir a la cárcel que morir sin Medicaid”.

Activistas de ADAPT: “Preferiría ir a la cárcel que morir sin Medicaid. Preferiría ir a la cárcel que morir sin Medicaid. Preferiría ir a la cárcel que morir sin Medicaid”.

Al menos 64 activistas de ADAPT fueron arrestados. Muchos de ellos estaban en silla de ruedas. Líderes religiosos también realizaron un acto y un simulacro de marcha fúnebre para las miles de personas que podrían morir sin seguro de salud si los republicanos derogan la Ley de Cuidado de Salud a Bajo Precio. Traci Blackmon, ministra ejecutiva de los ministerios de justicia y testigos de la Iglesia Unida de Cristo, habló durante el acto.

Traci Blackmon: “Vengo aquí hoy después de estar junto a la hija de una querida amiga que está enferma y que posiblemente no estaría entre nosotros si no fuera por la Ley de Cuidado de Salud a Bajo Precio. Soy negra y ella es blanca, pero eso no importa, porque la necesidad de tener atención de salud trasciende el color de la piel. Ella es judía y yo soy cristiana, pero eso no importa, porque la necesidad de tener atención de salud trasciende las creencias religiosas.Puede estar junto a su hija porque la Ley de Cuidado de Salud a Bajo Precio garantizó que necesitar un trasplante de corazón no es un impedimento para tener acceso a la cobertura gracias a la eliminación en muchos tratamientos de los límites de dólares que los seguros deben pagar durante la vida de una persona”.

Luego, alrededor de las 14.30 horas, cuando el líder de la mayoría republicana del Senado, Mitch McConnell, pidió que se votara para proceder a un debate sobre el proyecto de ley de salud, 19 activistas fueron arrestados en la sala del Senado mientras gritaban: “¡maten al proyecto, maten al proyecto!”.

Manifestantes: “¡Maten al proyecto, maten al proyecto! ¡Es vergonzoso!”

Periodistas sostienen que la policía del Capitolio les ordenó que borraran de sus teléfonos las fotos y los videos de los arrestos. El Senado reanudará hoy el debate y la votación del proyecto de ley de salud.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sigue humillando públicamente al fiscal general Jeff Sessions, a quien él mismo nombró. Trump dijo a periodistas el martes que considera que no es justo que Sessions se haya recusado de participar en la investigación de la supuesta interferencia de Rusia en las elecciones de 2016.

El presidente Donald Trump dijo: “Estoy decepcionado del fiscal general. No debería haberse recusado casi inmediatamente después de haber asumido el cargo. Y, si iba a hacerlo, debería habérmelo dicho antes de asumir el cargo y yo simplemente habría nombrado a otra persona. De modo que creo que es malo, no para el presidente, sino para la presidencia. Creo que es injusto para la presidencia y ese es mi sentimiento. Gracias”.

Los comentarios de Trump del martes son los últimos de una serie de ataques contra Sessions. El periódico Washington Post informó que Trump y sus asesores están considerando la posibilidad de reemplazar a Sessions. Dos de los posibles candidatos para ocupar el cargo, según el diario, son el senador de Texas Ted Cruz y el ex alcalde de Nueva York Rudolph Guiliani.

Mientras tanto, el fiscal general de Estados Unidos, Jeff Sessions, intensificó su ataque contra las ciudades santuario al afirmar el martes que el Departamento de Justicia se negará a otorgarles cientos de millones de dólares de fondos federales, a menos que accedan a colaborar con la represión del gobierno federal contra inmigrantes indocumentados. Sessions sostuvo que si las ciudades quieren recibir fondos federales deben permitir a las autoridades federales de inmigración actuar dentro de las cárceles y avisar a los funcionarios del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas cuando una persona indocumentada está por ser liberada.

En otra noticia del Congreso, Paul Manafort, ex director de la campaña del presidente Donald Trump, no declarará hoy ante la Comisión Judicial del Senado, después de que el panel levantara la citación. Esto ocurrió después de que el martes Manafort se reuniera con investigadores del Senado para responder preguntas acerca de una reunión que mantuvo el año pasado, junto con el yerno de Trump, Jared Kushner, y el hijo mayor de Trump, Donald Trump Jr., con una abogada rusa vinculada con el Kremlin que les prometió información incriminatoria sobre Hillary Clinton. Kushner también declaró el martes ante la Comisión de Inteligencia del Senado, en una sesión a puertas cerradas que duró alrededor de tres horas.

Mientras tanto, en un acto que se contrapone a la voluntad del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, la Cámara de Representantes votó el martes, por 419 votos a favor y 3 en contra, para otorgarle al Congreso la facultad de impedir todo intento de la Casa Blanca de suavizar las sanciones de Estados Unidos contra Rusia.

David Cicilline, congresista demócrata de Rhode Island, declaró: “Simplemente no podemos permitir que ningún poder extranjero interfiera en nuestro proceso electoral. Dada la absoluta renuencia del presidente a responsabilizar a Rusia de su ataque –y no lo confundamos con otra cosa: fue un ataque contra Estados Unidos–, se ha vuelto necesario que el Congreso reafirme su papel en este ámbito y se asegure de que Rusia sea responsabilizado”.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aumentó las amenazas contra Irán durante un discurso pronunciado el martes en Youngstown, Ohio.

Donald Trump: “El acuerdo con Irán posiblemente sea el peor jamás alcanzado, si ese acuerdo no se ajusta a lo que debería ajustarse, ellos tendrán graves problemas, se los aseguro. Ya lo verán”.

Trump hizo esas amenazas a pesar de que la semana pasada su gobierno constató, a regañadientes, que Irán cumplió con sus obligaciones en virtud del acuerdo nuclear alcanzado por el expresidente de Estados Unidos Barack Obama. El Departamento de Estado también anunció nuevas sanciones contra Irán por su supuesto apoyo al terrorismo y por su programa de misiles balísticos. Durante el mismo discurso, pronunciado el martes en Youngstown, Ohio, Trump también reiteró sus frecuentes ataques contra la prensa y sostuvo que puede ser más “presidencial” que cualquier otro presidente, a excepción de Abraham Lincoln.

Donald Trump: “Y dije que a excepción del difunto, el gran Abraham Lincoln, puedo ser más presidencial que cualquier otro presidente que jamás haya ocupado este cargo. Se los puedo asegurar”.

La senadora republicana Susan Collins, de Maine, y el senador demócrata de Rhode Island Jack Reed fueron sorprendidos hablando con el micrófono encendido mientras expresaban su preocupación de que el presidente Donald Trump está “loco”, al final de una audiencia de una subcomisión del Senado de Estados Unidos celebrada el martes.

Jack Reed: “Creo… creo que está loco”.

Susan Collins: “Me preocupa”.

Jack Reed: “Es decir, no digo esto a la ligera, como una especie de broma”.

Este mes, más de 20 legisladores demócratas expresaron apoyo a un proyecto de ley presentado por el congresista de Maryland Jamie Raskin, mediante el cual se crearía una comisión para determinar si el presidente es física o mentalmente incapaz para ejercer la presidencia.

Los palestinos prometieron seguir protestando contra las nuevas medidas de seguridad que Israel está imponiendo en la mezquita sagrada de Al Aqsa, en Jerusalén, al sostener que la nueva propuesta de instalar cámaras de seguridad es una medida tan mala como haber instalado detectores de metales este mes, lo que generó fuertes protestas. El activista palestino Mohammad Abu al-Hommos dijo: “Más allá de todo, esta es una cuestión de control y poder. Quiero poder entrar y salir de Al Aqsa cuando se me antoje, ¿quiénes son ellos para vigilarme?”.

Israel se vio obligado a retirar los detectores de metales tras las protestas y la violencia generalizada, que tuvo como consecuencia que murieran siete personas –cuatro palestinos y tres israelíes–. Además, soldados israelíes hirieron a más de 1.000 manifestantes palestinos al disparar balas reales, balas de acero revestidas de goma, lanzar gases lacrimógenos y granadas de concusión.

Amnistía Internacional afirma que soldados israelíes fuertemente armados también realizaron redadas en un hospital palestino dos veces durante las protestas: el 17 y el 21 de julio, en las que maltrataron al personal y persiguieron a manifestantes heridos que estaban intentando recibir tratamiento después de haber sido atacados por los soldados. El jefe de la recepción del hospital, Talal al-Sayed dijo: “Invadieron el hospital…Hasta ingresaron a la unidad neonatal…¿Qué pretendían hacer allí? Fue únicamente para atemorizar a los pacientes”.

En Afganistán, al menos 26 soldados afganos murieron en un ataque del Talibán perpetrado el martes contra una base militar en la provincia de Kandajar. El Ministerio de Defensa afirma que otros 13 soldados resultaron heridos y que al menos siete personas fueron secuestradas en el ataque. Mientras tanto, el Comité de Seguridad para Periodistas Afganos afirma que al menos diez periodistas han muerto en Afganistán este año. El grupo sostiene que militantes del Talibán y del autoproclamado Estado Islámico (ISIS) son responsables de la mayoría de los ataques contra trabajadores de los medios de comunicación en Afganistán.

En Siria, el grupo periodístico local “Raqqa está siendo masacrada en silencio” (Raqqa is Being Slaughtered Silently) informó que al menos 18 civiles murieron en ataques aéreos de la coalición liderada por Estados Unidos y bombardeos de artillería perpetrados por soldados con apoyo de Estados Unidos en la ciudad de Raqqa el martes. El grupo afirma que la coalición liderada por Estados Unidos lanzó más de 40 ataques aéreos en los últimos dos días como parte de una campaña para tomar el control de la ciudad de manos del autoproclamado Estado Islámico (ISIS).

En Filipinas, grupos de defensa de los derechos humanos denuncian al presidente Rodrigo Duterte después de que amenazara con bombardear escuelas indígenas, al sostener que les enseñan a los niños a ser comunistas y rebeldes opositores al gobierno. En un discurso pronunciado el lunes, Duterte dijo: “Les digo a los lumads [en referencia al grupo indígena del sur de Filipinas]: ahora utilizaré a las fuerzas armadas, a la Fuerza Aérea Filipina. Realmente voy a bombardearlos, porque están funcionando en forma ilegal y están enseñando a los niños a rebelarse contra el gobierno”. En respuesta a esta declaración, Human Rights Watch afirmó: “Al instar a un ataque contra las escuelas, Duterte está ordenando a las fuerzas armadas que cometan crímenes de guerra”.

Y en Chile, cientos de personas salieron a la calle el martes para exigir que se legalice el aborto, apenas días después de que un proyecto de ley para aumentar el acceso al aborto no fuera aprobado por un voto. El proyecto de ley habría permitido el aborto en caso de violación, si la vida de la madre corre peligro o si el feto tiene un defecto congénito mortal. Más del 70% de los chilenos apoyaron la legislación, y algunos apoyan la legalización del aborto en todos los casos. Uno de los manifestantes habló el martes.

Una manifestante expresó: “Un aborto donde todas tengamos la posibilidad de abortar sin la maternidad obligatoria. No queremos tres causales. Queremos infinitas causales, porque las mujeres tenemos derecho a decidir sobre nuestro cuerpo”.