El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sin embargo, se negó a señalar la violencia de la supremacía blanca.
El presidente Donald Trump enunció: “Condenamos en los términos más enérgicos este flagrante despliegue de odio, intolerancia y violencia, en muchas partes; en muchas partes. Se ha estado produciendo por mucho tiempo en nuestro país; no [bajo] Donald Trump, no [bajo] Barack Obama. Se ha estado produciendo por mucho, mucho tiempo. Esto no tiene lugar en Estados Unidos. Lo que es vital ahora es una rápida restauración de la ley y el orden, y la protección de vidas inocentes”.
Los comentarios del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, desataron la indignación generalizada. Una nueva declaración de la Casa Blanca el domingo denunció de forma explícita a los grupos neonazis y el Ku Klux Klan, pero fue atribuida a un portavoz anónimo y no al propio presidente. Otros miembros del gobierno condenaron la violencia de forma más explícita. El consejero de seguridad nacional de Trump, HR McMaster, dijo que el ataque constituía terrorismo.
Por otra parte, Jim Gray, alcalde de Lexington, Kentucky, afirmó que la ciudad retirará dos monumentos confederados de la antigua sala de justicia tras la violencia de la supremacía blanca en Virginia. Visite democracynow.org/es para ver nuestra cobertura desde Charlottesville, Virginia, donde entrevistamos a personas que estuvieron presentes el sábado; entre ellas, testigos del ataque letal, personal de enfermería que atendió a los manifestantes heridos y líderes religiosos.