Titulares29 de septiembre de 2017

En Puerto Rico se está acumulando una gran reserva de alimentos, agua y medicamentos en el puerto principal de San Juan, ya que la escasez de camioneros y combustible impide que la ayuda sea entregada a los tres millones y medio de habitantes de la isla, muchos de los cuales siguen sin electricidad ni agua potable y permanecen incomunicados más de una semana después de que el huracán María devastara la isla. Al menos 10.000 contenedores de transporte con suministros de ayuda están almacenados en el puerto, una cantidad abrumadora para los 4.400 militares estadounidenses que se esfuerzan por distribuirlos en las zonas rurales, donde gran parte de la infraestructura está en ruinas. El jueves, el gobierno estadounidense encabezado por el presidente Donald Trump anunció que dejaría la Ley Jones sin efecto por diez días, luego de que el gobernador de Puerto Rico, entre otros, exigiera que Estados Unidos levantara las restricciones al envío de mercancías a la isla impuestas en virtud de esa ley.

En San Juan, miles de puertorriqueños abordaron un crucero de Royal Caribbean el jueves, uniéndose a los evacuados de las Islas Vírgenes estadounidenses que se dirigen hacia el territorio continental de Estados Unidos. Esta es Lara Brown, quien envió a sus hijos en el crucero.

Lara Brown expresó: “Estoy aquí porque estoy mandando a mis hijos a Miami para que puedan estar más cómodos, porque aquí no tienen electricidad. A veces tienen agua, a veces no. Mi esposo y yo tenemos que trabajar y no tenemos a dónde mandarlos. A veces no me puedo comunicar con ellos en todo el día porque no hay señal. Me da miedo tenerlos en casa solos”.

En el Capitolio de Washington, DC, los legisladores demócratas acusaron al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de descuidar a los millones de ciudadanos estadounidenses en Puerto Rico y las Islas Vírgenes de Estados Unidos. La congresista de Nueva York Nydia Velázquez, nacida en Puerto Rico, dijo que la Casa Blanca demostró mayor urgencia en dar respuesta a los huracanes Harvey e Irma, que devastaron partes de Texas y Florida; dos estados en los que Trump obtuvo buena votación.

Nydia Velázquez declaró: “Lamentablemente, la respuesta de este gobierno ha sido inexcusablemente lenta e ineficaz. A las personas que quedaron varadas en el aeropuerto, tratando de salir de la isla; a quienes quedaron en casas sin techos, esperando que vuelva la electricidad, preocupados porque se está acabando el agua potable; a aquellos en el continente que están preocupados por sus seres queridos en la isla, déjenme decirles esto: vamos a seguir luchando por ustedes. No se rindan. No nos rendiremos”.

Las secuelas de la temporada de huracanes de este año se producen al tiempo que un nuevo estudio hallara que el cambio climático le ha costado a la economía estadounidense al menos 240.000 millones de dólares al año durante la última década; eso antes de la pérdida estimada de 300.000 millones de dólares por los huracanes Harvey, Irma y María. El informe de la organización Universal Ecological Fund pronostica que el costo del cambio climático para Estados Unidos aumentará a por lo menos 360.000 millones de dólares al año durante la próxima década.

En Siria, las fuerzas antigubernamentales afirman que durante la semana pasada al menos 152 civiles murieron y decenas resultaron heridos en las zonas que están bajo control de la oposición en la provincia de Idlib, y declaran que aviones de guerra sirios y rusos bombardearon seis hospitales, cinco centros de defensa civil, centrales eléctricas y campamentos para civiles desplazados. Mientras tanto, continúan los combates en la ciudad de Raqqa, donde un comandante kurdo dijo el jueves que el autoproclamado Estado Islámico (ISIS) estaba acorralado y “respirando su último aliento”. El observatorio periodístico Airwars informa que los ataques de la coalición encabezada por Estados Unidos han matado al menos a 61 civiles en Raqqa desde el sábado; entre ellos, un niño al que se identificó como el hijo de Osama Kadoor, y Sa’id Mohammed al-Sa’id, padre de seis hijos.

En Somalia, siete personas murieron y otras seis resultaron heridas cuando un coche bomba explotó el jueves cerca de una parada de autobús en la capital, Mogadiscio. No está claro quién es responsable del ataque, pero los funcionarios locales culparon al grupo miliciano al-Shabab.

En Bangladesh, el jueves aparecieron en la costa los cadáveres de 13 refugiados rohinyás, entre los cuales había ocho niños, después de que su barco naufragara. Estos muertos estaban entre los 130 rohinyás que se encontraban a bordo de la embarcación, en la que huían de una campaña de limpieza étnica respaldada por el gobierno en Birmania. El secretario general de la Organización de las Naciones Unidas, António Guterres, advirtió que la violencia sistemática podría extenderse hacia el estado de Rakhine, en Birmania, de donde podrían ser desplazados un cuarto de millón de rohinyás.

António Guterres enunció: “Hemos recibido testimonios escalofriantes de quienes huyeron, principalmente mujeres, niños y ancianos. Los testimonios señalan una violencia excesiva y graves violaciones a los derechos humanos, como la lucha indiscriminada con armas, la presencia de minas terrestres y la violencia sexual. Esto es inaceptable y debe terminar inmediatamente”.

En más noticias de Estados Unidos, el secretario de Salud y Servicios Humanos, Tom Price, se disculpó el jueves por haber contratado aviones militares para llevarlo a él y a su esposa al extranjero, vuelos que, según informes del medio electrónico Politico, costaron a los contribuyentes más de medio millón de dólares. Los vuelos lo llevaron a ciudades de Liberia, Alemania, Suiza, China, Vietnam y Japón. Según los informes, Price gastó otros 400.000 dólares de los contribuyentes en aviones chárter privados para rutas nacionales que normalmente cuentan con vuelos comerciales disponibles. La Casa Blanca aprobó las solicitudes de Price, que son muy inusuales para un secretario del gabinete, pero cuando las noticias de los vuelos se hicieron públicas, el presidente Donald Trump dijo que “no estaba contento” con los gastos y no descartaría despedir al secretario. Price declaró el jueves que iba a restituir a los contribuyentes unos 52.000 dólares, una pequeña fracción de los costos de los viajes.

En Cambridge, Massachusetts, cientos de manifestantes se congregaron el jueves frente a un foro de la Universidad de Harvard, donde la secretaria de Educación, Betsy DeVos, pronunciaba un discurso sobre el derecho de los padres a elegir escuela, mientras decenas de estudiantes protestaban silenciosamente en el recinto donde se desarrollaba el evento, alzando los puños y desplegando carteles que decían “supremacista blanca” y “nuestros estudiantes no están a la venta”. Los manifestantes declararon que se oponen a las medidas de DeVos para privatizar las instituciones de enseñanza pública y revocar los derechos civiles y las protecciones contra la violencia sexual para millones de estudiantes. Jeff Rousset, un estudiante de posgrado de la Universidad de Harvard, confrontó a DeVos en una ronda de preguntas después de su discurso.

Jeff Rousset enunció: “Hola, mi nombre es Jeff Rousset. Soy estudiante de la maestría en administración pública aquí en Harvard. Usted es multimillonaria y tiene montones de inversiones. Y el movimiento conocido como el derecho de los padres a elegir escuela para sus hijos en Estados Unidos es una manera de abrir las puertas a los intereses corporativos, para ganar dinero a costa de los estudiantes. ¿Cuánto espera que aumente su patrimonio neto como resultado de sus decisiones políticas? ¿Y qué dicen sus amigos en Wall Street y el mundo de los negocios, como los hermanos Koch, sobre el potencial de hacerse rico a costa de los estudiantes?”

La secretaria de Educación, Betsy DeVos, se defendió afirmando: “He firmado muchos cheques para darles a padres y estudiantes un montón de opciones para ir a la escuela de su elección. El saldo de mis ingresos ha disminuido bastante”.

A la protesta se unieron sobrevivientes de agresión sexual, quienes se oponen a un reciente movimiento de DeVos para revocar las normas de la era del ex presidente Barack Obama en torno a cómo investigan las universidades los crímenes sexuales en el campus.

En el Capitolio de Washington DC, el representante republicano Steve Scalise regresó al Congreso el jueves, por primera vez desde que casi es asesinado por un hombre armado el pasado mes de junio. Scalise regresó a la Cámara de Representantes caminando con cuidado, ayudado por muletas, y recibió un atronador aplauso. Scalise es el jefe de la bancada republicana de la Cámara de Representantes, niega el cambio climático y se opone firmemente a las leyes de control de armas. Su regreso al Capitolio alimentó la especulación de que podría reemplazar a Paul Ryan en el cargo de presidente de la Cámara de Representantes.

El gobierno de Estados Unidos, encabezado por el presidente Donald Trump, declaró el jueves que los agentes de inmigración arrestaron a cerca de 500 inmigrantes indocumentados en Estados Unidos durante la semana pasada. Los arrestos se produjeron como parte de la Operación Ciudad Segura, un operativo del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas realizado en ciudades refugio como Denver, Filadelfia, Los Ángeles, San Francisco y Nueva York, donde la policía local se niega a desempeñarse como agentes de inmigración de facto.

En Dakota del Norte, el jefe de la tribu sioux de Standing Rock, Dave Archambault II, reconoció la derrota el jueves en las primeras elecciones de la tribu desde las protestas masivas por la construcción del oleoducto Dakota Access, una infraestructura valuada en 3.800 millones de dólares. El concejal tribal Mike Faith ganó con cerca del 63% de los votos y se comprometió a volver a centrar la atención en la economía de Standing Rock, que se encuentra entre las regiones más pobres de Estados Unidos.

Y en Bruselas, Bélgica, más de mil personas marcharon cerca de edificios de la Unión Europea el jueves, en demanda de un acceso legal y seguro al aborto en toda Europa. Muchos de los manifestantes se enfocaron en Irlanda e Irlanda del Norte, donde los abortos son legales solo en los casos en que es necesario preservar la vida de la madre. Esta es Emma Cassidy, una de las manifestantes.

Emma Cassidy declaró: “Cuando hablo con mis compañeros de trabajo en Bruselas, se siguen sorprendiendo por la situación de las mujeres en Irlanda. La octava enmienda de nuestra Constitución prácticamente hace que el aborto sea ilegal en todas las situaciones, excepto cuando hay riesgo de vida para la mujer. Por eso estar aquí es muy importante para mí, particularmente en un momento en el que sabemos que está por venir un referéndum”.

El evento marcó el Día Internacional del Aborto Seguro, y se produce al tiempo que la Organización Mundial de la Salud advierte que en todo el mundo, se realizan 25 millones de abortos inseguros. Visite democracynow.org/es para ver la entrevista de Democracy Now! a la activista irlandesa por el derecho al aborto Emma Campbell, cuando hicimos la cobertura desde Belfast, Irlanda del Norte, el mes pasado.