Se prevé que un importante proyecto de ley para la reforma de la justicia penal se convierta en ley después de que la Cámara de Representantes de EE.UU. votara mayoritariamente a su favor el jueves. La Ley del Primer Paso, aprobada en el Senado a comienzos de esta semana por 87 votos a favor y 12 en contra, revertiría las condenas de los presos federales, entre ellas las cadenas perpetuas obligatorias para las personas que hayan sido halladas culpables de un delito grave después de haber sido condenados previamente por dos o más crímenes violentos o delitos graves y condenas obligatorias para consumidores de drogas no violentos. El proyecto se dirige ahora al despacho del presidente Trump, que prometió firmarlo y convertirlo en ley. El proyecto solo alcanza a los presos federales, que conforman menos del diez por ciento de los más de dos millones de presos en todo Estados Unidos. La ley recibió el apoyo de sectores de todo el espectro político, desde la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles hasta los conservadores hermanos Koch. Pero el proyecto excluye de manera explícita a los inmigrantes y fue criticado por grupos como Movement for Black Lives, una coalición de más de 150 organizaciones lideradas por negros, por alentar la especulación y hacer “falsas promesas” acerca de la liberación de los presos negros.
Para saber más de este tema, puede ver la entrevista que les hicimos (en inglés) a Van Jones y Jessica Jackson Sloan. Van Jones es presidente y cofundador de #cut50, una iniciativa nacional de ambos partidos destinada a reducir la población estadounidense encarcelada en un cincuenta por ciento en los próximos diez años. Jackson Sloan es una abogada de derechos humanos, cofundadora y directora nacional de #cut50.