En Estados Unidos, aumentan los pedidos para que el estado de Texas suspenda sus ejecuciones, luego de que el medio BuzzFeed revelara que el estado compra las drogas que utiliza para dar las inyecciones letales a los condenados a muerte a una compañía con sede en la ciudad de Houston, cuya licencia se encuentra en período de prueba. En los instantes previos a la muerte, cinco de los once prisioneros que fueron ejecutados este año dijeron que sentían que sus cuerpos ardían tras recibir la inyección. Se supone que el proceso es indoloro. Hay otras dos ejecuciones programadas para este mes, una de ellas para esta noche. Gloria Rubac, del Movimiento de Abolición de la Pena de Muerte en Texas, se manifestó el lunes frente a la compañía Greenpark Compounding Pharmacy and Gifts.
Gloria Rubac expresó: “Queremos que nos notifiquen de que dejarán de fabricar o combinar drogas para inyecciones letales. Si no lo hacen, enfrentarán una campaña internacional para boicotear su compañía, y provocaremos su cierre”.
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