En Siria, varios grupos de defensa de los derechos humanos afirman que la cifra de muertes de civiles está aumentando en la ciudad norteña de Afrin, donde el ejército turco lleva a cabo una campaña de bombardeos y una ofensiva terrestre contra las fuerzas kurdas respaldadas por Estados Unidos que controlan la región. El miércoles, la milicia kurda siria YPG difundió videos que muestran lo que presuntamente habría sido la consecuencia de un ataque contra civiles en Afrin.
Un civil herido expresó: “Estaba en la calle cuando atacaron con artillería. Quedé con heridas en la cabeza y las piernas. ¿Acaso parecemos soldados? No es un área militar. Ya había huido de mi pueblo con mi familia, desde Jalama”.
El ministro de Asuntos Exteriores de Rusia declaró el miércoles que la ofensiva turca contra Afrin había causado la muerte de cientos de personas, entre ellas civiles. Por otra parte, la ofensiva turca causó daños importantes en un templo antiguo de la región. Hay fotografías que muestran a Ain Dara, un lugar de 3.000 años de antigüedad, reducido a escombros tras sufrir los ataques aéreos turcos.