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El periódico The New York Times informa que el viernes el presidente Trump lanzó ataques aéreos contra Siria, a pesar de que su propio secretario de defensa, James Mattis, se oponía y quería que primero consiguiera la aprobación del Congreso. Mientras tanto un grupo de legisladores se refirieron a los ataques contra Siria como ilegales, dado que Trump no trató de conseguir ni la opinión ni la aprobación del Congreso. Esto se produce mientras en el Congreso se está evaluando la reelaboración de las facultades para iniciar una guerra, otorgadas al presidente de EE.UU. tras los atentados del 11 de septiembre. Dichas facultades se conocen como Autorización para el Uso de la Fuerza Militar (AUMF). El 14 de septiembre de 2001 se aprobó la actual AUMF en el Senado por 98 votos a favor y ninguno en contra y en la Cámara de Representantes por 420 a favor y uno en contra. La representante demócrata por California Barbara Lee emitió el único voto en disidencia. Desde entonces, los presidentes Bush, Obama y Trump usaron esa autorización para justificar al menos 37 operaciones militares en catorce países, muchas de las cuales estaban totalmente desvinculadas a los atentados del 11/S. El lunes, el titular del Comité de Relaciones Exteriores del Senado, el republicano de Tennessee Bob Corker, y el miembro del Comité Demócrata Tim Kaine, de Virginia, presentaron un proyecto de ley para reemplazar la actual autorización para el uso de la fuerza militar por una nueva. Corker y Kaine afirman que su proyecto de ley permitiría que el Congreso ejerza un mayor control. Pero algunos detractores del proyecto, entre ellos la Unión Estadounidense por la Libertades Civiles (ACLU), advierten que en realidad este ampliaría la facultad del presidente Trump y de todos los presidentes futuros para involucrarse en guerras mundiales sin restricciones.
Para saber más de este tema, puede ver la entrevista que le hicimos (en inglés) a Faiz Shakir. Shakir es director político nacional de ACLU.