Egipto declaró formalmente al autoritario presidente Abdel Fattah el-Sisi ganador de las elecciones de la semana pasada con el 97% de los votos, unas elecciones que los observadores condenaron por considerar que se trató de una “farsa” y una “estafa”. Sólo el 40% de las personas habilitadas para votar acudió a las urnas. El Gobierno de Sisi permitió que solo otro candidato se presentara a las elecciones —un ardiente defensor de Sisi—, mientras que los demás fueron descalificados o arrestados. Uno de los principales candidatos de la oposición, Abdel Moneim Aboul Fotouh, fue secuestrado en su vehículo y golpeado en una calle de El Cairo en enero, poco antes de las elecciones. El lunes, la Casa Blanca afirmó que el presidente Donald Trump llamó al presidente Sisi para felicitarlo por su victoria. Agrupaciones defensoras de los derechos humanos sostienen que desde que Sisi tomó el poder en un golpe militar en 2013, su gobierno ha arrestado a 60.000 activistas, llevado a cabo torturas sistemáticas, enjuiciado a miles de civiles en tribunales militares e impuesto cientos de penas de muerte.
Trump felicita a presidente egipcio por victoria en elecciones fraudulentas
Titular03 Abr. 2018
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