En la ciudad de Annapolis, en el estado de Maryland, un hombre armado con una escopeta y granadas de humo irrumpió en la sala de redacción del periódico The Capital Gazette el jueves por la tarde y mató a cinco personas e hirió a otras dos. Fue el día más letal para los periodistas estadounidenses desde el atentado del 11 de septiembre de 2001 en la ciudad de Nueva York. Los fallecidos, Rob Hiaasen, Wendi Winters, Gerald Fischman, John McNamara y Rebecca Smith, fueron identificados como editores, periodistas y personal que se desempeñaba en otras áreas del periódico. Phil Davis, el periodista de asuntos penales del periódico, tuiteó: “No hay nada más aterrador que estar bajo tu escritorio escuchando que varias personas reciben disparos y luego escuchar al agresor recargando su arma”. Los periodistas sobrevivientes se mantuvieron desafiantes y esta mañana publicaron la edición del periódico. La policía capturó vivo al presunto agresor, identificado como Jarrod W. Ramos, un hombre blanco de 38 años de edad residente de la ciudad de Laurel, en Maryland, y que tenía antecedentes por haber publicado amenazas violentas en las redes sociales. En 2013 Ramos había presentado una demanda por difamación contra The Capital Gazette después de que el periódico informara sobre una agresión verbal que Ramos había cometido en internet hacia una ex compañera de clase, una denuncia por la que Ramos se declaró culpable del cargo de acoso, un delito menor. La demanda presentada por Ramos en aquella ocasión resultó infructuosa. En 2015, desde una cuenta de Twitter a su nombre publicó una amenaza explícita contra dos trabajadores de The Capital Gazette, en la que aseveraba que “sería mejor ver que [ellos] dejaran de respirar”. Uno de los amenazados, Tom Marquardt, denunció la publicación ante la policía en ese momento, lo que provocó que los oficiales acudieran a la casa de Ramos. No obstante, la policía no presentó cargos, alegando falta de pruebas. Marquardt respondió a la masacre del jueves de esta manera: “En mi época, la gente protestaba escribiendo cartas al editor. Hoy lo hace por medio del cañón de un arma”.
En la Casa Blanca, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ignoró las preguntas vociferadas por los periodistas en torno a la masacre ocurrida el jueves por la tarde en Maryland, después de salir de su helicóptero y cruzar el césped de la Casa Blanca.
Periodista 1: “Señor presidente, ¿podría decirnos cuál fue su reacción ante el tiroteo de Annapolis?”
Periodista 2: “¿Podría hablarnos sobre los periodistas muertos en Annapolis?”
Periodista 1: “Señor presidente, ¿por qué sigue hablando del ‘enemigo del pueblo’?”
Periodista 2: “¿Algunas palabras en condolencia hacia las familias, señor presidente?”
Periodista 3: “Señor presidente, ¿por qué se aleja?”
Periodista 2: “¿Por qué no viene a hablarnos de esto?”
Trump tuiteó más tarde: “Mis pensamientos y oraciones están con las víctimas y sus familias”. El presidente ha calificado frecuentemente a la prensa de “el enemigo del pueblo estadounidense”. La masacre del jueves se produjo dos días después de que un ex escritor del medio de extrema derecha Breitbart News, Milo Yiannopoulos, le dijera al periódico digital New York Observer: “Estoy ansioso por ver a los escuadrones de justicieros por mano propia empiecen a disparar a quemarropa contra los periodistas”.
En Washington DC, casi 600 mujeres fueron arrestadas el jueves durante una acción masiva de desobediencia civil no violenta en el Capitolio, en protesta por las políticas en materia de inmigración implementadas por el gobierno del presidente de Estados Unidos, Donald Trump. Se observaron manifestantes que gritaban “nos importa” y “abolir el ICE [sigla en inglés del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas]” y que portaban mantas de emergencia de poliéster similares a las que se entregan a los inmigrantes que se encuentran encarcelados en los centros de detención a lo largo de Estados Unidos. Las manifestantes inundaron el edificio Hart del Senado para hacer una sentada con el fin de exigir que los menores inmigrantes sean liberados de la custodia estadounidense y sean reunidos con sus familias. Entre las manifestantes se encontraba Linda Sarsour, coorganizadora de la Marcha de las Mujeres en Washington, realizada el 21 de enero de 2017 en la capital estadounidense para defender los derechos de las mujeres.
Linda Sarsour declaró: “A la luz de los momentos oscuros que vivimos en este país, con niños que han sido arrancados de los brazos de sus padres, los fallos de la Corte Suprema sobre la prohibición musulmana y sobre las clínicas antiabortistas, la represión contra los trabajadores, el retiro del magistrado [Anthony] Kennedy, y tener que pensar cómo será nuestra Corte Suprema en los próximos 30 o 40 años, me siento inspirada. Me siento inspirada por las mujeres de todo el país que vinieron aquí, arriesgándose a ser arrestadas, para decir: ‘No nos vamos a quedar sentadas mientras ocurren estas injusticias’. Así que el mundo está bastante mal, pero me siento esperanzada e inspirada”.
En la ciudad de Portland, en el estado de Oregon, policías federales del Departamento de Seguridad Interior, equipados con protección antidisturbio y armados con bastones, irrumpieron en un campamento del movimiento Occupy ICE que está instalado frente a la sede del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por su sigla en inglés). Allí los agentes arrestaron al menos a ocho personas y permitieron la reapertura de la sede del Servicio de Inmigración en Portland. El edificio había permanecido cerrado durante 11 días luego de que los activistas instalaran un campamento de protesta para exigir el desmantelamiento de ese organismo.
Más de mil personas se congregaron frente al tribunal federal de la ciudad de Brownsville, en el estado de Texas, para exigir que todas las familias de inmigrantes que fueron separadas al cruzar la frontera sur de Estados Unidos puedan volver a reunirse. Visite democracynow.org/es para acceder a más voces de la manifestación. Las protestas del jueves se llevaron a cabo previo a un día nacional de acción contra las políticas inmigratorias del presidente Donald Trump, planificado para el sábado. Convocados bajo el hashtag #FamiliesBelongTogether (“Las Familias Deben Estar Juntas”, en español) los manifestantes se congregarán frente a la Casa Blanca en una protesta masiva, acompañada por manifestaciones simultáneas que están previstas en más de 600 lugares en todo Estados Unidos.
En su visita a Ciudad de Guatemala, el vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, afirmó el jueves ante los presidentes de Guatemala, El Salvador y Honduras que el gobierno del presidente Donald Trump continuará obstaculizando los esfuerzos de los migrantes centroamericanos para entrar a Estados Unidos.
Mike Pence afirmó: “Entre el torrente de migrantes ilegales hay traficantes de personas y miembros de pandillas violentas, como la MS-13. Pero la mayoría emprende el viaje buscando una oportunidad económica, impulsados por la creencia errónea de que pueden ignorar las leyes de Estados Unidos e ingresar a nuestra nación sin sufrir consecuencias. Con gran respeto a los presidentes reunidos aquí, les digo que este éxodo debe llegar a su fin”.
El vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, hizo estos comentarios en la capital guatemalteca al tiempo que el periódico Texas Tribune informó que menores inmigrantes, entre ellos niños de uno y dos años de edad, están recibiendo la orden de presentarse solos ante un tribunal para someterse a sus propios procedimientos de deportación. A los niños no se les brinda un abogado para que los represente, sino una lista de organizaciones de servicios legales que podrían ayudarlos. Una abogada de inmigración del estado de California describió a un niño de tres años, separado de su familia, subido a una mesa durante el procedimiento de su deportación, afirmando: “Esto realmente refleja lo absurdo de lo que les estamos haciendo a estos niños”.
En el Capitolio de Washington DC, la Cámara de Representantes de Estados Unidos votó junto con integrantes de ambos partidos para exigir que el Departamento de Justicia produzca documentos relacionados con la investigación que lleva a cabo el fiscal general Robert Mueller sobre los presuntos vínculos entre la campaña del presidente Donald Trump y Rusia previo a las elecciones presidenciales que se celebraron en 2016. La resolución, que no es vinculante, fue aprobada el mismo día que los republicanos llamaron a testificar ante el Comité Judicial de la Cámara de Representantes al director del FBI, Christopher Wray, y al vice fiscal general, Rod Rosenstein. Los republicanos acusaron en repetidas ocasiones a Rosenstein de retener documentos e incluso le gritaron al segundo al mando del Departamento de Justicia, nominado por Trump y que supervisa la investigación de Mueller. Tras la audiencia, los legisladores demócratas afirmaron que los republicanos están buscando un pretexto para destituir a Rosenstein, en un intento por ponerle fin a la investigación sobre la supuesta injerencia de Rusia en las elecciones de 2016.
En noticias relacionadas con el clima, el centro y el este de Estados Unidos se preparan para lo que los meteorólogos llaman una “peligrosa y opresiva ola de calor” este fin de semana en el que posiblemente se registren temperaturas récord, con un índice calorífico en la ciudad de Chicago que podría llegar a los 46 grados el sábado. En China, una ola de calor continúa azotando Shanghái, Pekín y otras ciudades del norte del país, circunstancia que lo obliga a acelerar las importaciones de gas natural licuado para atender las demandas energéticas que implica el uso de los equipos de aire acondicionado. Mientras tanto, en Reino Unido el jueves se registraron las temperaturas más altas de las que se tiene registro en junio. En Escocia, el techo del Centro de Ciencia de Glasgow comenzó a rezumar alquitrán al tiempo que partes de la estructura se derritieron, como consecuencia de un calor sin precedentes.
Un panel del Comité Nacional Demócrata votó para limitar drásticamente el uso de los llamados “superdelegados” en sus convenciones de nominación de candidatos presidenciales. En 2016, la precandidata demócrata Hillary Clinton comenzó las primarias con 400 delegados más que su rival Bernie Sanders, una ventaja que logró al obtener el apoyo de los superdelegados: los 712 congresistas, senadores, gobernadores y otras autoridades electas que suelen representar a la élite del Partido Demócrata.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, programó su reunión con el presidente de Rusia, Vladimir Putin. Finalmente, el encuentro se llevará a cabo el 16 de julio en Helsinki, la capital de Finlandia.