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El director de la Agencia de Protección Ambiental de EE.UU. (EPA), Scott Pruitt, nuevamente enfrenta una serie de escándalos éticos y administrativos y crecientes pedidos de renuncia. El jueves, el periódico The Washington Post informó que Pruitt empleó miembros de su servicio de seguridad de $3,5 millones de dólares para recoger prendas de la tintorería y buscar su loción humectante para la piel favorita, a pesar de que las normas federales prohíben que los funcionarios reciban obsequios o servicios sin remuneración de sus subordinados. Mientras tanto, Pruitt sigue reformando radicalmente la EPA. El periódico The New York Times informa hoy que dicha agencia le dio una gran victoria a la industria química, al reducir el modo en que el gobierno federal determina los riesgos de seguridad y salud vinculados a los productos químicos más peligrosos del mercado. Pruitt además fue acusado de reformar radicalmente el proceso de elaboración de normas de la EPA y de debilitar los esfuerzos del Gobierno de Obama para reforzar los estándares económicos de los combustibles.
Para saber más de este tema, puede ver la entrevista que le hicimos (en inglés) a Robert Weissman, presidente de la organización Public Citizen.
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