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En una decisión sorprendente comunicada el viernes 15 de noviembre, el Tribunal Penal de Apelaciones de Texas frenó la ejecución de Rodney Reed, un preso afroestadounidense condenado a muerte. Le ejecución estaba prevista para el próximo miércoles por un crimen que, afirma, no cometió. El tribunal de apelaciones ordenó revisar el caso para examinar las denuncias por mal desempeño de la fiscalía en la investigación. Millones de personas de todo el país se habían sumado a la causa de Reed en las últimas semanas, a medida que aumentaban las pruebas de que otro hombre puede ser el responsable del asesinato de la mujer blanca de 19 años, Stacey Stites, perpetrado en 1996. En 1998, un jurado formado en su totalidad por personas blancas condenó a Reed a muerte por el asesinato de Stites luego que se encontraran restos de su ADN en el cuerpo de la joven. Ambos mantenían una relación sentimental al momento del crimen. Pero nuevos detalles antes ignorados del caso indican que el novio de Stites, el agente de policía blanco Jimmy Fennell, puede de hecho ser el responsable del asesinato. Fennell fue más tarde a la cárcel por secuestro y violación en otro caso. El mes pasado, un hombre que estuvo en la cárcel con Fennell firmó una declaración jurada en la que afirma que Fennell había admitido en la cárcel haber matado a su novia porque la joven tenía una relación sentimental con un hombre negro.
Para saber más de este tema, puede ver la entrevista que les hicimos (en inglés) a Rodrick Reed, hermano de Rodney Reed; Uwana Akpan, cuñada de Rodney Reed; y Bryce Benjet, abogada de Innocence Project, que representa a Reed hace años. “A medida que investigamos este caso, siguen aumentando las pruebas que demuestran que Rodney no cometió el asesinato y que implican a Fennell”, dice Benjet.