En Cuba, los votantes ratificaron el domingo una nueva Constitución, reafirmando el socialismo como el sistema de gobierno “irrevocable” de la nación. La nueva Constitución, aprobada por más del 86% de los votantes, también refleja la flexibilización parcial de algunas de las leyes de comercio y propiedad que rigen en la isla, e incluye el reconocimiento de la propiedad privada y el fortalecimiento de las inversiones extranjeras. También asegura el derecho a la representación legal tras los arrestos y establece límites para los mandatos presidenciales.
Los activistas por los derechos de las personas LGBT condenaron la eliminación, en diciembre, del lenguaje del proyecto de Constitución que reconocería el derecho igualitario al matrimonio. Las iglesias evangélicas expresaron preocupación por la legalización de los matrimonios entre personas del mismo sexo, y se cree que esto fue la causa principal detrás de la mayoría de los votos por el “No”.