El periódico The New York Times informa que Mohammed bin Salman, príncipe heredero de Arabia Saudí, aprobó una campaña secreta destinada a silenciar a opositores y críticos del gobierno de su país. La campaña, que comenzó en 2017 y cuyos actos fueron llevados a cabo por el llamado “Grupo Saudí de Intervención Rápida”, incluyó la vigilancia, el secuestro y la tortura de disidentes, así como su repatriación forzosa.
Presuntamente, algunas de las misiones encubiertas fueron llevadas a cabo por los mismos individuos involucrados en el asesinato del columnista del periódico The Washington Post Jamal Khashoggi, perpetrado en Estambul el pasado octubre. Se dice que Saud al-Qahtani, uno de los principales asesores del príncipe heredero, supervisó la campaña. Asimismo, se cree que el grupo está involucrado en el encarcelamiento y abuso de al menos una docena de mujeres activistas que hicieron campaña contra la prohibición para conducir vehículos establecida contra las mujeres en el reino saudí.
En más noticias sobre Arabia Saudí, la semana pasada, Turquía sostuvo que Interpol había emitido una “notificación roja” para el arresto de veinte sospechosos del asesinato del periodista Jamal Khashoggi, entre los que se incluye a Saud al-Qahtani.