El jueves, a seis días de que Nueva Zelanda sufriera la peor masacre de su historia, la primera ministra Jacinda Ardern anunció que su Gobierno tomará medidas restrictivas con respecto a las armas de destrucción en masa, como las que fueron utilizadas por un supremacista blanco en dos mezquitas en la ciudad de Christchurch en un ataque que dejó un saldo de 50 víctimas mortales y casi 50 heridos.
Jacinda Ardern expresó: “Hoy anuncio que Nueva Zelanda prohibirá todas las armas militares semiautomáticas, todos los rifles de asalto, las recargas de alta capacidad, y todas las piezas capaces de convertir armas semiautomáticas o de cualquier otro tipo en armas semiautomáticas de estilo militar”.
La prohibición se aplicará de forma inmediata para evitar que los compradores se abastezcan de armas que fueron prohibidas. Ardern dijo que su gobierno lanzará un programa de recompra que permita a los propietarios entregar sus armas ahora prohibidas a cambio de dinero. El anuncio se produjo mientras continúan los funerales de las víctimas del ataque perpetrado el 15 de marzo. Este jueves, en el cementerio Memorial Park de Christchurch, fueron enterrados Sayyad Ahmad Milne, de 14 años, y Tariq Rashid Omar, de 24 años.