Francia está convulsionada tras el feroz incendio que destrozó la querida catedral de Notre Dame de París construida hace ochocientos años, reconocido hito en todo el mundo. El lunes, los parisinos observaron en estado de conmoción a los casi cuatrocientos bomberos que intentaban controlar el incendio. Algunos observadores rezaban y cantaban cánticos religiosos. El incendio se cobró la aguja de la catedral y devastó algunas partes en su interior; pero las icónicas torres gemelas medievales siguen en pie, así como el resto de la estructura de piedra. Dos de los hombres más ricos de Francia prometieron aportar más de 330 millones a los proyectos de reconstrucción. La Unión Europea también prometió colaborar con la reconstrucción de la iglesia. Las autoridades lanzaron una investigación de cómo se inició el incendio, pero descartaron que haya sido intencional, al afirmar que creían que probablemente había comenzado en un accidente vinculado a la renovación del edificio que se estaba llevando adelante con un presupuesto de 180 millones.
Para saber más de este tema, puede ver la entrevista que le hicimos (en inglés) a Anne Lester. Lester, profesora asociada de historia medieval en la Universidad Johns Hopkins, habla del papel de Notre-Dame en la vida cultural y espiritual francesa, así como su importancia en el resto del mundo.