La ciudad de Trípoli, capital del país, vivió el martes fuertes bombardeos que causaron la muerte de al menos cuatro personas. Según la ONU, más de 170 personas han muerto y unas 750 resultaron heridas desde el inicio de la avanzada del jefe militar libio Haftar sobre Trípoli, el 5 de abril. Dichos ataques son parte de un enfrentamiento armado entre el Gobierno de Acuerdo Nacional —reconocido por la ONU— y la milicia de Khalifa Haftar, ex general libio que controla gran parte del este delpaís. El gobierno de Libia acusa a Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudí y Egipto de financiar y proveer armas a Haftar, que cuenta con doble ciudadanía libia y estadounidense. Por su parte, Qatar está reclamando un embargo de armas efectivo contra Haftar. Los enfrentamientos ya han desplazado a más de 18.000 personas y las autoridades advierten que la crisis humanitaria podría incrementarse rápidamente si los ataques continúan.
Para ampliar esta información, vea (en inglés) nuestra conversación con Anas El Gomati, director del Instituto Sadeq de Trípoli, el primer centro de investigación independiente de Libia.