En la ciudad de Nashville, en el estado de Tennessee, el prisionero de 68 años de edad Don Johnson fue asesinado en la tarde del jueves por el Estado, luego de que los funcionarios del centro penitenciario lo sujetaron a una camilla y le inyectaron un cóctel químico letal compuesto por tres fármacos. Tras la ejecución, la abogada de Johnson expresó en declaraciones ante periodistas que cree que los sonidos de gorgoteo y jadeo que Johnson profirió cuando murió evidenciaron que sufrió un dolor insoportable.
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