Harold Wilson, quien pasó 17 años en prisión –la mayoría de ellos en el pabellón de los condenados a muerte– por un crimen que no cometió, falleció el 18 de mayo por complicaciones derivadas de un accidente cardiovascular. Tenía 61 años. En 1989, Wilson fue declarado culpable de triple asesinato y condenado a muerte por un jurado del estado de Pensilvania. Una década más tarde, la sentencia de muerte de Wilson fue anulada debido a asesoría legal ineficaz. Sin embargo, sus condenas por asesinato no fueron revertidas, y Wilson permaneció en el pabellón de los condenados a muerte durante años. Finalmente, en octubre de 2005, obtuvo la victoria en un nuevo proceso judicial y fue absuelto de todos los cargos después de que las pruebas de ADN realizadas demostraron su inocencia. Hablando con Democracy Now! justo después de su exoneración, Wilson dijo que fue liberado con 65 centavos y una ficha de autobús.
Harold Wilson: “Después de 18 años de lidiar con el sistema de injusticia, todo el abuso –físico y mental–, he sido reintegrado a la sociedad sin nada, sólo con el refugio de la familia. Sin medios de subsistencia, sin medios de apoyo, sin una cuenta bancaria financiera, sin tarjeta de crédito. Sin compensación alguna”.