El lunes, un tribunal sueco rechazó una solicitud para arrestar y detener al fundador de WikiLeaks, Julian Assange, paralizando, por el momento, un intento de extradición por parte de los fiscales suecos por una investigación de violación en 2010 que fue reabierta recientemente. Actualmente Assange está cumpliendo una sentencia de 50 semanas en la prisión de Belmarsh, en Londres, por no cumplir con las condiciones de libertad bajo fianza. Sus abogados y el relator especial de Naciones Unidas sobre la tortura advirtieron que la salud y el bienestar psicológico de Assange se están deteriorando. De todas formas, los fiscales suecos dicen que procederán a interrogar a Assange mientras se encuentre detenido en Reino Unido.
Esta decisión podría facilitar la posible extradición de Assange a Estados Unidos, quien enfrenta 17 cargos por violar la Ley de Espionaje, por su papel en la publicación de documentos militares y diplomáticos clasificados de Estados Unidos filtrados por la denunciante del Ejército de Estados Unidos Chelsea Manning y que exponían los crímenes de guerra de Estados Unidos en Irak y Afganistán. Assange también se enfrenta a un cargo de hackear una computadora del Gobierno de Estados Unidos.