El miércoles, Trump duplicó sus ataques racistas contra las cuatro congresistas progresistas de color, calificándolas de “extremistas llenas de odio que intentan constantemente dividir a nuestro país”. Hablando en un mitin de campaña en Greenville, Carolina del Norte, Trump acusó a las cuatro congresistas de haber cometido abuso verbal, incluida la demócrata de Minnesota Ilhan Omar.
Donald Trump dijo: “Omar culpó a Estados Unidos por la crisis en Venezuela. Solo piensen en eso. Y mira con desprecio a los trabajadores estadounidenses, diciendo que existe una ignorancia generalizada en muchas partes de este país. Y evidentemente, y lo que es más importante, Omar tiene antecedentes de haber pronunciado largos discursos viciados de antisemitismo”.
Multitud: “¡Envíenla de vuelta! ¡Envíenla de vuelta! ¡Envíenla de vuelta!”.
Trump hizo una pausa mientras la multitud a su alrededor gritaba “¡Envíenla de vuelta!” antes de seguir atacando a la congresista Omar. Las declaraciones de Trump se produjeron un día después de que la Cámara de Representantes votara a favor de condenar su tuit racista donde decía a las cuatro congresistas que “regresaran a los lugares infestados de delitos de los que provienen”.
El tuit de Trump podría estar violando la ley federal de discriminación en el lugar de trabajo. Según la Comisión de Igualdad de Oportunidades en el Empleo, “los ejemplos de conductas potencialmente ilegales incluyen insultos, burlas o epítetos étnicos, como burlarse del acento extranjero de una persona o hacer comentarios como ‘regrese al lugar de donde proviene’”. La congresista Ilhan Omar respondió al ataque de Trump en Twitter, citando a la fallecida poetisa Maya Angelou: “Puede dispararme con sus palabras, puede cortarme con sus ojos, puede matarme con su odio, pero aún así, como el aire, yo me levantaré”.