Amnistía Internacional pidió a Egipto que ponga fin a las condiciones “crueles e inhumanas” de la prisión de al-Aqrab de El Cairo, donde alrededor de 130 detenidos han estado en huelga de hambre masiva durante más de seis semanas. Muchos de los prisioneros dicen que no se les ha permitido recibir visitas de familiares ni abogados en más de dos años desde su arresto. Amnistía Internacional dice que las autoridades penitenciarias han tomado represalias contra los huelguistas de hambre “golpeándolos” y “aplicando descargas eléctricas con pistolas paralizantes”. Los detenidos también fueron objeto de desapariciones forzadas antes de ser remitidos a juicio.
La muerte del ex presidente egipcio Mohamed Morsi en junio expuso nuevamente las terribles condiciones que enfrentan los prisioneros en Egipto. Morsi había estado encarcelado en al-Aqrab durante casi seis años tras ser derrocado por un golpe militar liderado por el actual presidente, Abdel Fattah el-Sisi.