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El presidente Trump sigue haciendo denuncias infundadas de fraude electoral mientras las y los trabajadores electorales continúan el escrutinio en varios estados. En este contexto, se teme que algunos partidarios de Trump puedan hacer uso de la violencia para interrumpir el proceso. Partidarios de Trump han realizado acciones de protesta frente a los lugares donde se lleva adelante el escrutinio en Phoenix, Las Vegas, Atlanta, Detroit y Filadelfia. En esta ciudad, la policía detuvo a dos personas tras recibir un aviso de que hombres armados con AR-15 se dirigían en auto desde Virginia para atacar el Centro de Convenciones de Pensilvania donde todavía se están contando los votos. Mientras tanto, el ex jefe de campaña de Trump, Steve Bannon, propuso la decapitación del Dr. Anthony Fauci y del director del FBI, Christopher Wray. “Trump y los sectores republicanos extremistas, que constituyen una minoría de la población y tienen una minoría de los votos, están tratando de consolidar su dominio como minoría”, afirma el periodista de investigación Allan Nairn. “Los resultados no estarían tan reñidos como están ahora si para ganar la presidencia sólo se tuviera en cuenta quién saca la mayor cantidad de votos, como se hace en la mayoría de los países”.
Para ampliar esta información, vea (en inglés) la conversación que mantuvimos con Allan Nairn.
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