Titulares26 de marzo de 2020

El Senado de Estados Unidos ha votado por unanimidad a favor de aprobar un paquete de medidas de emergencia con un valor récord de 2,2 billones de dólares, para combatir el impacto económico sin precedentes causado por la pandemia del coronavirus. La Cámara de Representantes votará sobre la legislación el viernes, y el presidente Donald Trump prometió firmarla tan pronto como llegue a su despacho.

El paquete de rescate financiero ampliaría masivamente las prestaciones por desempleo, proporcionando hasta el 100% de los salarios y prestaciones de seguro médico durante cuatro meses a aquellos trabajadores que hayan sido despedidos. Los trabajadores independientes y de la llamada “economía gig” podrán solicitar prestaciones por desempleo por primera vez. Más de 300.000 millones de dólares se destinarían a pagos directos en efectivo para la mayoría de los estadounidenses, con un pago único mediante un cheque de 1.200 dólares para cada adulto y 500 dólares más por cada menor en el hogar. Los estados y municipios recibirían 150.000 millones de dólares en asistencia directa; las empresas recibirían 221.000 millones de dólares en beneficios fiscales; 117.000 millones de dólares financiarían los hospitales y los servicios de salud para veteranos; y un fondo de 500.000 millones de dólares proporcionaría préstamos y garantías crediticias a corporaciones.

El senador del estado de Vermont y precandidato presidencial Bernie Sanders, quien luchó con éxito para fortalecer la asistencia otorgada por el proyecto de ley a los trabajadores que han sido despedidos, votó a favor del proyecto, aunque advirtió sobre el fondo de rescate financiero corporativo incluido en el proyecto de ley.

El senador Bernie Sanders sostuvo: “No necesitamos, en este momento de la historia, proporcionar una cantidad masiva de beneficios a grandes corporaciones rentables. Creo que muchos de ustedes saben que hay industrias como la del transporte aéreo, entre otras, que han decidido hacer recompras de acciones, gastando miles de millones de dólares adquiriendo sus propias acciones en el mercado. Gastaron todo su efectivo recompensándose a sí mismos y a sus accionistas. Y, vaya sorpresa, hoy necesitan un rescate financiero de gran magnitud”.

El resultado de la histórica votación llevada a cabo el miércoles justo antes de la medianoche fue de 96 votos contra cero, con cuatro senadores ausentes. Pocos minutos antes de que se pasara la lista de asistencia, el senador republicano John Thune anunció que se sentía enfermo y que regresaría a su casa en Dakota del Sur. Otros tres senadores también estuvieron ausentes debido al coronavirus: Rand Paul, de Kentucky, que dio positivo a la prueba de diagnóstico de COVID-19, y los senadores de Utah Mike Lee y Mitt Romney, quienes se han puesto a sí mismos en cuarentena.

En el estado de Nueva York, el epicentro del brote de coronavirus en Estados Unidos, los hospitales están experimentando el mismo aumento en casos que causaron el desborde de los sistemas de salud en China, Italia y España. Se han instalado camiones y carpas con sistemas de refrigeración afuera de algunos hospitales con el fin de preservar los cuerpos de los fallecidos a medida que se llenan las morgues.

El martes, 13 personas fallecieron en tan solo 24 horas en el Centro Hospitalario Elmhurst, en el distrito de Queens. La ciudad de Nueva York reporta 366 muertes y más de 33.000 casos confirmados, aunque es probable que el número real sea mucho más alto, debido a la gran escasez de pruebas de diagnóstico. Más de 4.000 pacientes con coronavirus han sido hospitalizados en Nueva York, donde un informe filtrado de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias muestra que se estima que todas las 1.800 camas para cuidados intensivos de la ciudad estarán ocupadas para el viernes.

Visite democracynow.org/es para ver más información sobre la crisis de atención médica en Nueva York y nuestra entrevista con el doctor Craig Spencer, director de medicina de emergencia para la salud mundial en el Centro Médico de la Universidad de Columbia.

En todo Estados Unidos, las nuevas infecciones por coronavirus continuaron aumentando exponencialmente, con 13.000 casos recientemente confirmados reportados el miércoles, lo que eleva el total nacional a más de 68.000 casos. Más de 1.000 personas han muerto. El estado de Luisiana, que ha registrado una de las tasas de contagio más rápidas del mundo, marcó el mayor incremento observado en un día, con un total de 65 muertos y casi 2.000 personas contagiadas.

En el vecino estado de Misisipi, el gobernador republicano Tate Reeves desafió los pedidos de que se imponga una orden de emergencia de quedarse en casa, declarando que “Misisipi nunca será China”. El periódico The Washington Post informa que 140 hogares de la tercera edad en el país han registrado al menos un caso de coronavirus.

El Pentágono ordenó detener durante 60 días el movimiento de tropas en el extranjero, al tiempo que al menos 415 empleados del Departamento de Defensa dieron positivo por coronavirus. El fiscal general, William Barr, instó a fiscales federales a acusar de terrorismo a cualquiera que deliberadamente propague —o amenace con propagar— el coronavirus.

Amazon anuncia que mantendrá abiertos sus masivos centros de distribución en medio de un aumento de los pedidos vía internet, después de que trabajadores en al menos ocho depósitos de Amazon en Estados Unidos dieran positivo para COVID-19. En la ciudad de Pittsburgh, en Pensilvania, cientos de trabajadores de saneamiento realizaron una huelga no autorizada por el sindicato el miércoles, para exigir más protección contra el virus. Estas son las palabras de uno de los trabajadores, Sheldon White.

Sheldon White expresó: “Queremos mejor equipamiento, equipos de protección, no tenemos mascarillas. Queremos que se nos paguen compensaciones por condiciones de trabajo riesgosas. El pago de esas prestaciones es muy importante, porque tenemos copagos altos en cualquier tipo de factura médica. Arriesgamos nuestra vida cada vez que agarramos una bolsa de basura. Podría haber una aguja o algo allí”.

El dramaturgo y ganador del premio Tony Terrence McNally falleció en el estado de Florida por complicaciones tras contraer COVID-19. La carrera de McNally abarcó seis décadas e incluyó reconocidas producciones como “El beso de la mujer araña” y “¡Amor! ¡Valor! ¡Compasión!” McNally, un escritor abiertamente gay cuyas obras abordaron temas de amor, homofobia y la crisis del VIH / SIDA, tenía 81 años de edad.

El famoso chef Floyd Cardoz falleció tras ser diagnosticado con coronavirus. Cardoz fue el primer chef nacido y criado en India en dirigir la cocina de uno de los principales restaurantes de la ciudad de Nueva York, llamado Tabla. En la República Dominicana, la aclamada diseñadora de moda Jenny Polanco falleció de complicaciones por COVID-19. La carrera de Polanco abarcó cuatro décadas, y era una de las invitadas habituales a la Semana de la Moda de Miami.

En Ginebra, el director general de la Organización Mundial de la Salud instó el miércoles a los líderes del mundo a tomar fuertes medidas para poner fin al flagelo del coronavirus que se extiende por todo el planeta, con casi medio millón de casos confirmados en el mundo.

Tedros Adhanom Ghebreyesus expresó: “Hemos superado muchas pandemias y crisis en el pasado. Superaremos esta también. La cuestión es qué tan grande será el precio a pagar. Ya hemos perdido más de 16.000 vidas. Sabemos que perderemos más. Cuántas más depende de las decisiones y medidas que tomemos ahora”.

En Italia, el país más afectado por la pandemia, la cifra de muertos alcanzó los 7.500. Sin embargo, el miércoles decayó por cuarto día consecutivo la cantidad de nuevos casos de coronavirus, lo que genera esperanza de que el confinamiento impuesto en todo el país haya comenzado a aplanar la curva de contagios.

España registró otras 738 muertes por coronavirus el miércoles, llegando a un total de más de 3.600 fallecidos, con lo cual supera la cantidad de víctimas fatales registradas en China.

En China, las autoridades levantaron las restricciones impuestas a millones de habitantes de la provincia de Hubei, el epicentro inicial donde se originó la pandemia, aunque la capital de la provincia, Wuhan, permanece en confinamiento. Funcionarios chinos afirman que prácticamente prácticamente ya no se registran nuevos casos de COVID-19 en Hubei, pero algunos observadores cuestionan esa evaluación y temen la probabilidad de una segunda ola de casos.

En ciudades de toda India, la Policía recurre a la violencia para reprimir violaciones al toque de queda, golpeando y azotando a todo aquel que incumpla el confinamiento impuesto a 1.300 millones de personas. En videos que se han vuelto virales se observa que la policía india obliga a varios hombres a hacer flexiones y sentadillas como castigo. Los servicios de autobuses y trenes de India han sido cancelados, lo que representa una crisis para miles de trabajadores migrantes atrapados en grandes ciudades. Circulan además informes sobre una parte de la población acaparando grandes reservas de productos, lo que hace temer una escasez de alimentos, medicamentos y suministros. Visite democracynow.org/es para ver más información acerca de la crisis provocada por el coronavirus en India.

En Kosovo, legisladores destituyeron el miércoles al primer ministro Albin Kurti mediante un voto de censura por su negativa a declarar el estado de emergencia ante la pandemia del coronavirus.

En Chile, en donde hay más de 1.000 casos confirmados, entrarán en confinamiento amplias zonas de la capital, Santiago, para enlentecer la propagación del coronavirus. A principios de este mes, el temor ante la pandemia puso fin a cinco meses de multitudinarias protestas en las que se demandaba la la renuncia del presidente Sebastián Piñera.

Por otra parte, en Estocolmo, en Suecia, la activista contra el cambio climático de 17 años de edad Greta Thunberg dijo que “muy probablemente” tuvo COVID-19 y se recuperó. Thunberg declaró que estuvo levemente enferma, mientras que su padre, Svante, presentó síntomas más intensos.

En Nueva Zelanda, la primera ministra Jacinda Ardern pidió a los cinco millones de habitantes de su país que se comporten como si pudieran contagiar la enfermedad COVID-19, al entrar en vigor la medianoche del jueves la medida de “permanecer en casa” en todo el país.

La primera ministra Jacinda Ardern sostuvo: “Si tienen dudas de lo que se puede o no se puede hacer y buscan respuestas, apliquen un principio muy simple: actúen como si tuvieran COVID-19. Cada movimiento que realicen puede representar un riesgo para los demás”.

El pedido de Ardern tuvo lugar el mismo día en que el terrorista partidario de la supremacía blanca que masacró a decenas de fieles musulmanes en dos mezquitas de Nueva Zelanda se declaró culpable del asesinato de 51 personas. La masacre tuvo lugar en marzo del año pasado. El juicio para determinar su sentencia se pospondrá hasta que la epidemia de COVID-19 en Nueva Zelanda esté bajo control y los familiares de las víctimas tengan la oportunidad de asistir.

El senador Bernie Sanders invitó al exvicepresidente Joe Biden a un duodécimo y último debate el mes próximo, demostrando así que sigue en carrera para obtener la nominación presidencial del Partido Demócrata. El Comité Nacional Demócrata aún no ha decidido la fecha del debate de abril ni ha elegido qué medio se encargará de la emisión; sin embargo, Biden descartó la idea el miércoles.

Joe Biden dijo: “En este momento estoy concentrado únicamente en esta crisis. No he pensado en ningún otro debate. Pienso que ya hemos tenido suficientes debates. Considero que debemos ocuparnos de esto”.

El medio The Intercept informa que el fondo de defensa legal “Time’s Up”, conformado tras el auge de movimiento #MeToo con el objetivo de ayudar a sobrevivientes de violaciones y agresiones sexuales, se negó a proveer ayuda financiera a una mujer que acusó a Joe Biden de agresión sexual. Los cargos fueron presentados por Tara Reade, que se desempeñó como asistente de personal para el entonces senador Biden en 1993, cuando rondaba los 25 años de edad. Durante una entrevista publicada el martes, Reade dijo a la periodista Katie Halper que Biden la tocó en repetidas oportunidades sin su consentimiento y que la agredió sexualmente. Se advierte a la audiencia que su relato es gráfico.

Tara Reade relató: “Y entonces sus manos estaban sobre mí y debajo de mi ropa. Y sí, después deslizó su mano por debajo de mi falda y me penetró con sus dedos”.

Reade contactó al fondo de defensa legal “Time’s Up” en enero de este año en busca de ayuda, pero, según The Intercept, le informaron que el fondo no podía ayudarla, ya que Biden es candidato a un cargo federal y proveer asistencia en una acusación en su contra podría comprometer su condición de organización sin fines de lucro. The Intercept informa que la compañía de relaciones públicas que representa al fondo de defensa legal es SKDKnickerbocker, cuya directora, Anita Dunn, es la principal asesora de la campaña presidencial de Biden.

En la Casa Blanca, el presidente Donald Trump reiteró el miércoles su llamado a la reanudación completa de la actividad económica de Estados Unidos el próximo 12 de abril, Domingo de Pascua, cuando se espera que la crisis provocada por el coronavirus alcance su pico en la ciudad de Nueva York. El llamado de Trump a “llenar las iglesias” de todo Estados Unidos a mediados de abril ocurre mientras el papa Francisco da una orden a los obispos de todo el mundo de instruir a los católicos que celebren Pascua en sus hogares. El plan de Trump contradice a todas las autoridades sanitarias, que ruegan a los estadounidenses que permanezcan en sus hogares para impedir que nuevos pacientes con COVID-19 desborden el sistema salud.

Investigadores de la universidad Imperial College of London estiman que sin medidas como el confinamiento o el distanciamiento social, 2,2 millones de personas morirán en Estados Unidos por COVID-19.

En una gran victoria para los ambientalistas y los protectores del agua indígenas, un juez federal dictaminó el miércoles que el Cuerpo de Ingenieros del Ejército de Estados Unidos violó la Ley Nacional de Política Ambiental cuando permitió la construcción del oleoducto Dakota Access. El tribunal dictaminó que el Cuerpo de Ingenieros no resolvió las inquietudes planteadas por la tribu Sioux de Standing Rock sobre los posibles impactos de derrames de petróleo y ordenó al Gobierno de Donald Trump que prepare un informe completo sobre el impacto ambiental del oleoducto.

El presidente de la tribu Sioux de Standing Rock, Mike Faith, celebró el fallo y escribió: “Es alentador ver cómo las acciones que tomamos hace cuatro años para defender nuestras tierras ancestrales continúan inspirando conversaciones a nivel nacional acerca de cómo nuestras decisiones afectan en última instancia a este planeta. Quizás a raíz de este fallo judicial, el Gobierno federal comience también a comprenderlo”.