Los casos de coronavirus aumentan en todo el territorio de Estados Unidos, actual epicentro de la pandemia, donde cada 47 segundos muere una persona por COVID-19. Se han registrado alrededor de 18.000 muertes por coronavirus en Estados Unidos y el número de casos confirmados es cercano al medio millón, más que Italia, España y Francia juntos. La verdadera tasa de contagio es seguramente mucho mayor, debido a la grave escasez de pruebas de diagnóstico.
El Departamento de Trabajo de Estados Unidos afirmó el jueves que más de 6,6 millones de estadounidenses presentaron solicitudes de prestaciones por desempleo en la última semana, mientras se estima que el ritmo y la escala de la pérdida de empleos en el país competirán con los registros de la Gran Depresión. Oficialmente, 17 millones de estadounidenses, el 10% de la fuerza laboral del país, han presentado solicitudes de prestaciones por desempleo en solo tres semanas, aunque esa estadística no contabiliza a los trabajadores inmigrantes ni a millones de personas más que han intentado sin éxito presentar solicitudes al tiempo que los departamentos de Trabajo estatales naufragan en un tsunami de formularios.
En todo Estados Unidos, las entidades benéficas que tienen bancos de alimentos reportan un nivel récord de demandas, aun cuando las donaciones han disminuido precipitadamente. Un centro temporal de entrega de alimentos establecido en el vecindario Van Nuys, en la ciudad de Los Ángeles, atendió el jueves a una larga fila de vehículos que se extendía por más de 1,5 kilómetros.
En el Capitolio estadounidense, los senadores no llegaron a un acuerdo el jueves sobre una nueva serie de medidas de estímulo económico para contrarrestar la crisis del coronavirus. Los demócratas se opusieron a un intento de los republicanos de aumentar en un cuarto de billón de dólares los fondos destinados a un programa de préstamos para pequeñas empresas. En su lugar, exigen un proyecto de ley de estímulo económico más amplio, que incluya ayuda federal para hospitales y una mayor asistencia a Gobiernos estatales y locales.
En Nueva York, el número de casos confirmados de coronavirus ha superado los 170.000, con un récord de 799 muertes reportadas en solo 24 horas, aunque dicha cifra no incluye a decenas de personas que fallecieron en sus hogares durante el mismo período. El ritmo de fallecimientos por COVID-19 en Nueva York supera actualmente al de cualquier otro país del mundo, excepto al de Estados Unidos en su conjunto.
En la isla Hart, en el distrito del Bronx, trabajadores con trajes especiales de protección contra agentes químicos y biológicos, del tipo NBQ, entierran cada día en fosas comunes cadáveres de decenas de víctimas del coronavirus que no han sido reclamados.
El periódico New York Daily News informa que en al menos tres hospitales de la ciudad de Nueva York se ha solicitado a personal de enfermería que ha dado positivo por coronavirus que trabaje aun cuando estén padeciendo la enfermedad.
En la Casa Blanca, el principal científico del equipo de trabajo sobre coronavirus, el doctor Anthony Fauci, sostuvo que existen señales que indican que el ritmo de nuevos contagios en Nueva York está disminuyendo, al tiempo que las medidas de distanciamiento social comienzan a dar sus frutos.
El doctor Anthony Fauci afirmó: “Creo que ayer se registraron algo así como 200 nuevas hospitalizaciones y en un momento dado la cifra llegó a ser tan elevada como 1.400 hospitalizaciones. Entonces, eso significa que vamos en la dirección correcta. Eso significa que lo que estamos haciendo está funcionando y, por lo tanto, debemos continuar haciéndolo”.
El presidente Donald Trump continuó ignorando el jueves las peticiones urgentes hechas por funcionarios de salud pública, al exhortar una vez más a Estados Unidos a reanudar gran parte de su actividad económica a principios de mayo. Trump admitió que las pruebas de diagnóstico de coronavirus no estarían ampliamente disponibles para entonces, pero insistió en que su plan no expondría al país a una segunda ola de infecciones y muertes por COVID-19. Trump fue cuestionado por el corresponsal de la cadena de televisión CNN Jim Acosta.
Jim Acosta: ¿Cómo puede el Gobierno hablar sobre la posibilidad de reanudar la actividad económica del país cuando no tiene un sistema adecuado de pruebas de diagnóstico a nivel nacional para este virus? ¿No necesita la implementación de un sistema nacional…?
El presidente Donald Trump: “No”.
Jim Acosta: ¿…de pruebas para diagnosticar el virus antes de reanudar la actividad económica?”
El presidente Donald Trump: “No, tenemos un gran sistema de pruebas de diagnóstico. Tenemos el mejor, en este momento, el mejor sistema de prueba del mundo”.
Más de un millón de personas en Estados Unidos se han sometido a la prueba de diagnóstico del coronavirus, solo una fracción del 1% de la población. Después de que la Radio Pública Nacional informara el viernes que el Gobierno de Trump se preparaba para poner fin al apoyo federal destinado a los centros de prueba de diagnóstico de coronavirus en Estados Unidos, el Departamento de Salud y Servicios Humanos dio marcha atrás a la decisión y anunció que continuará financiando 41 centros comunitarios de pruebas de diagnóstico en todo el país.
En la ciudad de Riverside, en California, equipos de primeros auxilios evacuaron el miércoles un hogar para personas de edad avanzada luego de que la mayoría del personal del establecimiento no se presentara a trabajar durante dos días consecutivos. Más de un tercio de los 90 residentes de las instalaciones dieron positivo en las pruebas de diagnóstico de COVID-19.
En una señal esperanzadora, el gobernador de California, Gavin Newsom, anunció el jueves que la cantidad de pacientes con coronavirus que requieren cuidados intensivos disminuyó por primera vez en California desde el comienzo de la pandemia.
En el estado de Kansas, la gobernadora demócrata Laura Kelly inicia acciones legales contra legisladores republicanos para que estos no revoquen su orden ejecutiva, la cual limita el número de personas que pueden asistir a servicios religiosos. Esto ocurre a tan sólo días de las ceremonias por el domingo de Pascua.
En el estado de Minnesota, el fiscal general Keith Ellison presiona para que se presenten cargos contra un arrendador que violó una orden estatal que prohíbe los desalojos durante la pandemia.
En Florida, miles de millones de dólares en tomates, calabazas y otros cultivos se echan a perder en el campo, dado que ya no están funcionando las cadenas que normalmente abastecen de productos frescos a la industria de servicios alimenticios.
El jueves, el gobernador de Florida, Ron DeSantis, afirmó que el coronavirus “no parece amenazar” a los niños y declaró falsamente que nadie menor de 25 años ha fallecido de COVID-19 en Estados Unidos.
En la ciudad de Chicago, murió de COVID-19 un segundo recluso en la cárcel del condado de Cook. Aproximadamente 300 reclusos y más de 100 miembros del personal penitenciario han dado positivo en las pruebas de diagnóstico de la enfermedad. El jueves, los reclusos colocaron carteles en las ventanas de sus celdas en los que se podía leer: “Ayuda, no hay suministros” y “Nos estamos muriendo”.
En el distrito de Manhattan, la Catedral de St. John the Divine canceló sus planes de convertirse en un hospital de campaña temporal para pacientes con COVID-19. Líderes de la congregación progresista de la iglesia tenían un acuerdo de cooperación con un grupo religioso que gestiona hospitales de campaña, el grupo cristiano fundamentalista Samaritan’s Purse.
En una declaración, líderes de la iglesia escribieron: “Las creencias e ideologías de Samaritan’s Purse y de la Catedral no son las mismas, y aunque estábamos dispuestos a darles la bienvenida a nuestro hogar y nuestra comunidad, la Catedral se mantendrá firme en nuestro explícito apoyo a los derechos de todos, incluida nuestra familia LGBTQ”. Según una fuente de la catedral, la congregación planeaba colgar una bandera del orgullo gay en el frente del edificio, lo que resultó inaceptable para Samaritan’s Purse.
A principios de esta semana, el reverendo Billy, activista de la ciudad de Nueva York, fue tirado al piso y arrestado por la policía tras plantar una bandera arco iris cerca de las tiendas del hospital de campaña Samaritan’s Purse en el Parque Central de Nueva York, afuera del Hospital Mount Sinai.
En el Vaticano, el papa Francisco transmitirá en vivo los servicios religiosos del Viernes Santo y de Pascua desde una Basílica de San Pedro casi vacía. Los servicios del Jueves Santo no incluyeron el ritual del lavado de pies, para evitar la propagación del coronavirus en la comunidad. Más de 18.000 italianos han muerto por COVID-19 en menos de dos meses, aunque los alcaldes italianos dicen que la cifra real es probablemente mucho mayor, ya que muchos de los fallecidos no han sido contabilizados aún.
En Francia, las autoridades ordenaron a los hogares de personas de edad avanzada que reportaran las muertes de pacientes que esté confirmado tuvieron coronavirus o se sospeche se habían contagiado. Oficialmente, más de 12.000 personas han muerto de COVID-19 en Francia, pero se prevé que esa cifra aumente más del 40% una vez que se contabilicen las muertes que ocurren fuera de los hospitales. En el Reino Unido, según se informó, el primer ministro Boris Johnson ha salido de cuidados intensivos, pero permanece hospitalizado con COVID-19. Casi 8.000 británicos han muerto por coronavirus.
En España, los legisladores, quienes están votando a distancia, han extendido el estado de emergencia nacional hasta el 26 de abril. El presidente Pedro Sánchez dijo a un Parlamento casi vacío que está convencido de que las medidas de distanciamiento social deberán extenderse aún más, hasta el mes de mayo.
En Portugal, los ministros de Finanzas de la Unión Europea acordaron el jueves un paquete de rescate económico de más de medio billón de euros, aproximadamente 590 mil millones de dólares.
En Kazajstán, un astronauta de la NASA y dos cosmonautas rusos partieron el jueves en un cohete Soyuz, tras realizar una cuarentena extendida con el fin de evitar que el coronavirus se propagara a la Estación Espacial Internacional.
Las autoridades chinas han impuesto una medida de confinamiento en una ciudad sobre la frontera este donde viven 100.000 personas, tras descubrir una serie de casos de COVID-19 que adjudican a viajeros que recientemente regresaron de Rusia. El confinamiento se produce al tiempo que se han levantado las estrictas medidas de distanciamiento social impuestas en otras partes de China, entre ellas en Wuhan, donde se detectaron los primeros casos de coronavirus a fines de 2019.
En Estados Unidos, los trabajadores de la salud que están en la primera línea en la lucha contra la pandemia realizaron el jueves un día nacional de protesta para exigir equipos de protección personal, o EPP, para los trabajadores de la salud, incluyendo los empleados de hogares de adultos mayores y centros de cuidados de larga duración.
En Chicago, más de 100 trabajadores del Hospital Stroger y del Hospital Cermak de la cárcel del condado de Cook se unieron a una protesta del sindicato SEIU filial 73 en demanda de pruebas de diagnóstico para todos los trabajadores en la primera línea de atención médica, mayor financiación para la salud y una extensión de la licencia remunerada por enfermedad y otras prestaciones. Las siguientes son palabras del líder sindical y activista de Chicago Tyrone De’Andre Hawthorne.
Tyrone De’Andre Hawthorne afirmó: “Somos los trabajadores esenciales de los que escuchas en las noticias todos los días. Y como no podemos ir a casa y trabajar desde nuestro hogar, como los que están ganando salarios de seis cifras, ¡maldita sea, otórguennos nuestro pago adicional por trabajo de alto riesgo!”
En noticias sobre la campaña electoral, el ex vicepresidente Joe Biden ha dado a conocer su plan de reducir de 65 a 60 años la edad a partir de la cual se puede acceder a Medicare y de condonar las deudas por préstamos estudiantiles a ciertas personas de bajos ingresos. La exsecretaria de campaña del senador Bernie Sanders, Briahna Joy Gray, respondió en Twitter: “Que él esté dispuesto a cambiar de opinión sobre estos temas después de decirnos que nuestra propuesta era utópica indica que podemos llegar muy lejos. Bajar la edad a 55 el primer año, a 45 el segundo año, a 35 el tercero y así cubrir a todos al cuarto año. Eso es Medicare para todos. Imponer impuestos a Wall Street y cancelar las deudas estudiantiles”.
En noticias sobre inmigración, unos 10.000 migrantes fueron enviados de regreso a México desde el 21 de marzo, tras haber sido detenidos por las autoridades estadounidenses, sin la posibilidad de solicitar asilo. El Gobierno de Trump cerró el sistema de asilo por primera vez en décadas al recurrir a una ambigua norma de salud pública que permite a los oficiales de la frontera entre Estados Unidos y México negar a los migrantes un debido proceso, alegando medidas de prevención contra el coronavirus.
Por otra parte, en San Francisco, un juez federal ordenó la liberación de cuatro hombres cuyas edades y condiciones de salud los hacen especialmente vulnerables al coronavirus. Esto se produce mientras los defensores de los derechos de los inmigrantes continúan luchando por la liberación de todos los inmigrantes detenidos en instalaciones superpobladas e insalubres.
La familia Trump perdió en un tribunal federal una importante batalla legal que buscaba mantener en secreto los detalles de una demanda entablada contra la familia por asociación delictiva y conspiración. Probablemente, las acusaciones contra el presidente Trump y sus hijos adultos serán tratadas en un litigio público, y no mediante un arbitraje privado como había pedido la familia. La demanda colectiva se presentó originalmente en octubre de 2018, alegando que la familia Trump y su empresa familiar promovieron y respaldaron un marketing multinivel o esquema piramidal, llamado ACN Opportunity, LLC. Los demandantes describen la empresa fallida como un “esquema para enriquecerse rápidamente” que obligó a las víctimas a invertir cientos o miles de dólares mediante una falsa promesa de éxito.
La Organización para la Prohibición de las Armas Químicas responsabilizó al Gobierno sirio de llevar a cabo tres ataques con agentes químicos en marzo de 2017 en el norte de Siria. La organización concluyó anteriormente que se usaron armas químicas en esa guerra, pero no tenía la facultad de señalar a los responsables. Siria y su respaldo militar, Rusia, han negado reiteradamente el uso de armas químicas y han acusado a grupos rebeldes de organizar ataques para implicar a las fuerzas de combate sirias. Cientos de miles de personas han muerto y más de 10 millones han sido desplazadas desde el comienzo de la guerra en 2011. La gran mayoría de las muertes de civiles se ha producido a causa de ataques aéreos sirios y rusos.