Cientos de miles de personas marcharon el martes en ciudades de todo Estados Unidos, desafiando los toques de queda locales, enfrentándose a la represión de las fuerzas de seguridad y haciendo caso omiso de los temores sobre la propagación del coronavirus, para protestar por el asesinato de George Floyd a manos de agentes de policía de la ciudad de Minneapolis.
En el estado de Minnesota, el gobernador Tim Walz anunció el martes que el Departamento de Derechos Humanos del estado ha dado inicio a una investigación de derechos civiles en el Departamento de Policía de Minneapolis.
El gobernador Tim Walz afirmó: “La investigación revisará las políticas, procedimientos y prácticas del Departamento de Policía de Minneapolis en los últimos diez años para determinar si se han utilizado prácticas discriminatorias sistémicas hacia las personas de color”.
Observadores legales creen que el fiscal general de Minnesota, Keith Ellison, se está preparando para presentar cargos contra los otros tres agentes involucrados en el asesinato de George Floyd. Entre los agentes que podrían ser acusados están dos que lo sujetaron contra el pavimento mientras el oficial Derek Chauvin presionaba su rodilla contra el cuello de Floyd al tiempo que este decía varias veces, con voz entrecortada: “No puedo respirar”, antes de quedarse inmóvil. El martes, el distrito de escuelas públicas de Minneapolis sostuvo que pondría fin a su contrato con el Departamento de Policía de la ciudad que proporciona a las escuelas personal policial, conocidos como oficiales de recursos escolares.