Analizamos el perfil de la candidata favorita del presidente Trump para ocupar el puesto que quedó vacante en la Corte Suprema de Estados Unidos tras la muerte de la jueza Ruth Bader Ginsburg. Amy Coney Barrett es jueza de la Corte de Apelaciones y una católica devota que ha adoptado posturas conservadoras sobre el aborto, portación de armas, inmigración y derechos LGBTQ. Además, Barrett es parte del grupo católico conservador People of Praise, cuyos miembros prometen un juramento de lealtad de por vida al grupo. Esto plantea dudas sobre su capacidad para desempeñarse de forma independiente en la Corte Suprema.
Para conocer más sobre el tema, vea (en inglés) nuestra conversación con Heidi Schlumpf, editora ejecutiva del portal periodístico católico National Catholic Reporter, que señala: “Hay algunas preocupaciones reales sobre si su participación en este grupo afectará su capacidad para ser imparcial y justa como jueza”.