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El presidente Joe Biden estaría preparando órdenes ejecutivas para suspender nuevas concesiones para la explotación de petróleo y gas en tierras federales, reactivar el consejo de asesores científicos de la Casa Blanca y establecer como meta para 2030 la protección del 30% de la tierra y el agua bajo control del Gobierno federal. También se espera que anuncie una serie de iniciativas para priorizar la justicia ambiental, como la creación de un consejo interinstitucional sobre justicia ambiental en la Casa Blanca y la emisión de una directriz para que las agencias federales inviertan más en las comunidades de color que se encuentran fuertemente afectadas por la contaminación y la crisis climática. Estas acciones, así como las órdenes ejecutivas que cancelan el oleoducto Keystone XL y ponen una moratoria a los permisos de petróleo y gas en el Refugio Nacional de Vida Silvestre del Ártico, se producen después de que Biden declarara en su discurso inaugural que la crisis climática es uno de los problemas centrales que enfrenta el país. Varshini Prakash, cofundadora y directora ejecutiva del Movimiento Sunrise, dice que este es “un buen comienzo” para Biden, pero que es necesario hacer más que simplemente deshacer el daño del gobierno de Trump. “Necesitamos que Joe Biden impulse muchas más acciones desde el nivel ejecutivo y en la dirección de cada rama del gobierno federal. Y también vamos a necesitar que trabaje activamente para que sus colegas del Congreso aprueben la legislación que nos permita tener en el país el mejor plan de empleo e infraestructura para una reconversión ecológica”, dice Prakash.
Para ampliar esta información, vea (en inglés) la conversación que mantuvimos con Varshini Prakash.
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