Relacionado
Hace cincuenta años, el 8 de marzo de 1971, un grupo de ocho activistas protagonizó una de las acciones de desobediencia más impresionantes de la época de la Guerra en Vietnam: irrumpieron en una oficina del FBI en la localidad de Media, Pensilvania, y robaron todos los documentos que encontraron. Las y los activistas, autodenominados Comisión de Ciudadanos para Investigar al FBI, comenzaron a filtrar a los medios de comunicación detalles impactantes sobre los abusos del FBI. Los documentos pusieron al descubierto el programa secreto de contrainteligencia del FBI, COINTELPRO y su práctica de vigilancia global, clandestina e inconstitucional, así como la infiltración y desarticulación de organizaciones disidentes que participaban en protestas y que buscaban un cambio social. Algunas de las personas y organizaciones perseguidas por esta agencia eran Martin Luther King, el partido Panteras Negras, el Movimiento Indígena Estadounidense, la organización Young Lords, agrupaciones pacifistas y personas negras que vendían libros. Los documentos filtrados dieron lugar a investigaciones del Congreso, un mayor control sobre el FBI y, finalmente, la aprobación de la Ley de Vigilancia de Inteligencia Extranjera. El FBI nunca supo quiénes participaron en la acción hasta 2014, cuando varias de las personas que habían participado dieron a conocer su identidad en consonancia con la publicación de un libro sobre el tema. Para conmemorar el cincuenta aniversario de este suceso hablamos con Bonnie Raines, una de las activistas involucradas en el golpe, así como con Paul Coates, fundador y director de la editorial Black Classic Press y de la imprenta BCP Digital Printing, que también era vigilada por el FBI como parte de COINTELPRO. “Ya sabíamos que nos estaban infiltrando. Sabíamos que había provocadores en todas partes. Sabíamos que el FBI nos tenía bajo vigilancia constante”, dice Coates. “Pero creo que en ese momento nadie sabía realmente la magnitud del programa”.
Para conocer más sobre este tema, vea (en inglés) la conversación que tuvimos con Bonnie Raines y Paul Coates.