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La cantidad de casos de COVID-19 sigue aumentando en Brasil y, al mismo tiempo, el país enfrenta una gran crisis política. El presidente de extrema derecha, Jair Bolsonaro, le pidió la renuncia al ministro de defensa, como parte de un fuerte restructuración del gabinete. Al día siguiente, en una medida sin precedentes, los jefes del Ejército, la Armada y la Fuerza Aérea anunciaron su renuncia. Los acontecimientos generaron alarma en muchos sectores de Brasil. Se cree que Bolsonaro, que fue capitán del Ejército, designará a personas ultra conservadoras en los puestos militares para consolidar su poder antes de las elecciones del próximo año, en las que muy probablemente se enfrentará al ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva. Bolsonaro está tratando de “mostrar su autoridad” a medida que su popularidad disminuye, afirma Celso Amorim, exministro de Relaciones Exteriores de Brasil. “A medida que se vuelve más pequeño en términos de apoyo popular […] se vuelve más peligroso”.
Para ampliar esta información, vea (en inglés) la conversación que mantuvimos con Celso Amorim.
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