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Luego de los ataques indiscriminados con armas de fuego perpetrados en Georgia, Colorado y otros estados, el presidente estadounidense Joe Biden ordenó una serie de acciones ejecutivas vinculadas al control de armas y calificó la violencia con armas de fuego en Estados Unidos como una “epidemia” y una “vergüenza internacional”. La más importante de estas órdenes ejecutivas tiene como objetivo tomar medidas enérgicas contra las llamadas armas fantasma —armas de fuego caseras de fácil ensamblaje que se compran por Internet y no tienen números de serie— que representan aproximadamente un tercio de las armas recuperadas en las escenas del crimen. Biden también designó a un activista por el control de armas, David Chipman, al frente de la Agencia de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos. Sin embargo, esta semana admitió que para tomar otras medidas de envergadura respecto al control de armas, como la prohibición de armas de asalto y la verificación universal de antecedentes, hará falta una ley del Congreso. “Le estamos pidiendo al Congreso que tome la posta aquí y apruebe otras leyes para poder salvar vidas y proteger al pueblo estadounidense”, dice Brian Lemek, director ejecutivo del comité de acción política Brady.
Para conocer más sobre este tema, vea (en inglés) la conversación que mantuvimos con Brian Lemek.
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