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Desde el inicio de la pandemia el año pasado, aproximadamente 440 personas murieron de COVID-19 en Cuba, cifra que le da a la isla una de las tasas de mortalidad per cápita más bajas del mundo. Además, Cuba está desarrollando cinco vacunas contra la COVID-19, dos de las cuales ya han comenzado los ensayos de fase 3. Durante décadas, Cuba ha hecho fuertes inversiones en su sistema de salud y producción farmacéutica. Esta política fue, en parte, una respuesta al embargo estadounidense que desde hace seis décadas dificulta la importación de equipos y materias primas de otros países. El sistema de salud fortalecido económicamente, universal y gratuito, ha contribuido a que Cuba mantenga el coronavirus bajo control y desarrolle rápidamente vacunas, dice el Dr. Rolando Pérez Rodríguez, director de ciencia e innovación de BioCubaFarma, entidad dedicada a supervisar el desarrollo de medicamentos en Cuba. “Tenemos una larga experiencia con este tipo de tecnologías”, afirma. También hablamos con Reed Lindsay, periodista y fundador del medio independiente Belly of the Beast especializado en Cuba, que afirma que las sanciones de Estados Unidos continúan perjudicando a Cuba. “Cuba atraviesa una increíble crisis económica y las sanciones han sido absolutamente devastadoras”, afirma Lindsay.
Para ampliar esta información, vea (en inglés) la conversación que mantuvimos con Rolando Pérez Rodríguez y Reed Lindsay.
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