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Antes de la visita de la vicepresidenta Kamala Harris a la frontera entre Estados Unidos y México, activistas por los derechos migratorios marcharon hacia la Casa Blanca para pedirle al Gobierno de Biden que deje de detener a las personas trans que solicitan asilo. Estas personas suelen enfrentar graves maltratos, discriminación y falta de atención médica cuando están bajo custodia policial. Como parte de la jornada de protesta se realizó un servicio religioso para honrar y recordar a las personas trans que murieron por negligencia del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE). Además, ocho organizaciones de derechos migratorios enviaron una carta a la Casa Blanca para exigir la liberación de todas las personas transgénero y las personas con VIH/SIDA alojadas en centros de detención de inmigrantes. Jennicet Gutiérrez, organizadora comunitaria y activista de la organización Familia: Trans Queer Liberation Movement, dice que las personas transgénero que deciden migrar vienen de enfrentar “tremendos desafíos” que las obligan a buscar asilo en EE.UU. “En muchos casos, son personas rechazadas en sus hogares. No reciben todo el apoyo y la contención que merecen. Y no tienen más remedio que tratar de sobrevivir en la calle”, dice Gutiérrez.
Para conocer más sobre este tema, vea (en inglés) la conversación que mantuvimos con Jennicet Gutiérrez.