Los grupos de ayuda humanitaria vuelven a advertir sobre el empeoramiento del desastre humanitario en Somalia, cuya hambruna alcanza niveles no vistos en medio siglo. Según Unicef, un menor es hospitalizado por desnutrición cada minuto. La ONU afirma que se necesitan más de 2.000 millones de dólares en ayuda para colaborar en la batalla contra los efectos catastróficos de la sequía en curso, ya que, según reportes, la región atraviesa su quinta temporada consecutiva de lluvias por debajo de lo normal. La situación ha provocado desplazamientos masivos. Estas fueron las palabras expresadas por Falhad Hussein, una madre somalí desplazada que trabaja como vendedora ambulante.
Falhad Hussein: “Hui de la sequía que azotaba al pueblo de Bulomarer, en la región del valle Shebelle. Tengo cinco hijos. Tenía siete [hijos], pero dos murieron cuando eran bebés a causa de la sed y el hambre causada por la sequía. Y huimos de las langostas y de la guerra. Ahora estamos en estos campamentos de desplazados internos y seguimos necesitando ayuda”.