En 2022 aumentó el número de cárceles en Estados Unidos que se convirtieron en trampas de la muerte. El incremento está vinculado a las condiciones inhumanas de vida en estas instalaciones sobrepobladas, la falta de acceso a la atención en salud mental, la escasez de viviendas accesibles y los ataques contra la reforma del sistema de fianzas. La mayoría de las personas que murieron estaban en prisión preventiva esperando un juicio. Según activistas y especialistas en el tema, la cifra real de personas que han fallecido en estas condiciones es mayor que la que se informó oficialmente. En algunas ciudades del país, como Nueva York y Houston, la tasa de mortalidad dentro de la cárcel ha sido este año la más alta en décadas. Hablamos del tema con Krish Gundu, de la iniciativa Texas Jail Project que trabaja por el empoderamiento de la gente presa en las cárceles de este estado, y con Keri Blakinger del medio independiente sin fines de lucro The Marshall Project. Blakinger es la primera periodista expresidiaria de la organización. Su libro autobiográfico, “Corrections in Ink”, fue prohibido en las cárceles de Florida esta semana. En relación con esto, Blakinger comenta el funcionamiento de una nueva base de datos donde se puede encontrar información sobre los libros que el sistema penitenciario no quiere que se lean dentro de las cárceles en Estados Unidos.
Para ampliar esta información, vea (en inglés) nuestra conversación con Krish Gundu y Keri Blakinger.
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