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Esta semana, en un lapso de tres días, mataron a tres periodistas en México, hecho que eleva a once el número de este tipo de víctimas en lo que va del año y convierte a México en el país más peligroso del mundo para ejercer el periodismo, después de Ucrania. La mayoría de los asesinatos permanecen en la impunidad. Esta semana, periodistas de todo México salieron a las calles en señal de protesta contra el asesinato de sus colegas y pidieron una rendición de cuentas. “El asesinato de un periodista es un crimen contra todo el país”, dice Jan-Albert Hootsen, corresponsal en México del Comité para la Protección de los Periodistas que califica el número de víctimas de asombroso e inédito.
Para conocer más sobre este tema, vea (en inglés) la conversación que mantuvimos con Jan-Albert Hootsen.