La cuarta audiencia del comité selecto de la Cámara de Representantes que investiga el ataque del 6 de enero contra el edificio del Congreso de Estados Unidos, contó con los dramáticos testimonios de Shaye Moss, una trabajadora electoral negra de Georgia, y su madre, Ruby Freeman. En su declaración, contaron cómo sus vidas cambiaron para siempre en diciembre de 2020 cuando el principal abogado de la campaña de Trump, Rudy Giuliani, afirmó que habían manipulado las boletas electorales para modificar el resultado de las elecciones en el estado, en el que Trump había perdido. Se enfrentaron a graves hostigamientos, racismo y amenazas de muerte por parte de partidarios de Trump y tuvieron que ser reubicadas por el FBI para resguardar su seguridad. “No quiero que nadie sepa mi nombre […] No quiero ir a ninguna parte. Pienso dos veces cada cosa que hago”, contó Moss. Al igual que sus antiguos colegas, ya no se desempeña como trabajadora electoral en el condado de Fulton. “¿Sabes lo que se siente ser atacada por el presidente de Estados Unidos?” dijo Freeman en un testimonio grabado. “Se supone que el presidente estadounidense está para representar a todas y cada una de las personas del país, no para atacarlas individualmente”.
Para ampliar esta información, vea (en inglés) los testimonios de Shaye Moss y Ruby Freeman ante el comité selecto de la Cámara de Representantes que investiga la insurrección del 6 de enero en el Congreso de Estados Unidos.