Los legisladores de la Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobaron las reformas a las leyes sobre control de armas luego de escuchar durante varias horas los desgarradores testimonios de algunos sobrevivientes de la violencia con armas de fuego. Miah Cerrillo, de once años, describió cómo sobrevivió al tiroteo ocurrido el 24 de mayo pasado en la escuela primaria Robb de la ciudad de Uvalde, estado de Texas. La niña contó que se untó la sangre de un amigo para hacerse la muerta y que luego tomó el teléfono celular de su maestra fallecida para llamar al teléfono de emergencias. También testificó Zeneta Everhart, la madre de un sobreviviente del ataque de terrorismo doméstico contra personas afroestadounidenses ocurrido el 14 de mayo en un supermercado de la ciudad de Búfalo, estado de Nueva York.
Zeneta Everhart: “A los legisladores que piensan que no necesitamos leyes más estrictas de control de armas, permítanme describirles esta situación: Mi hijo Zaire tiene un agujero en el lado derecho del cuello, dos en la espalda y otro en la pierna izquierda, causados por la explosión de una bala de un [rifle] AR-15. Cada vez que curo sus heridas, puedo sentir los pedazos de esa bala en su espalda. La metralla quedará dentro de su cuerpo por el resto de su vida. Ahora quiero que imaginen a sus hijos en esa misma situación”.
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