El 30 de junio, la Corte Suprema de Estados Unidos asestó un golpe al activismo por justicia climática al limitar severamente la capacidad de la Agencia de Protección Ambiental (EPA) para imponer topes a las emisiones que producen las centrales eléctricas. En el caso Virginia Occidental contra EPA, varios estados liderados por Virginia Occidental y empresas de combustibles fósiles lucharon contra las regulaciones impuestas por el Gobierno de Obama conforme a la Ley de Aire Limpio. Básicamente, el fallo de ayer, aprobado por la mayoría conservadora de la Corte con seis votos a favor y tres en contra, debilita la autoridad de la agencia federal para limitar las emisiones de carbono y combatir los peores efectos del cambio climático. Analizamos el impacto que este fallo tiene en las comunidades vulnerables y, en particular, en la población de color de bajos ingresos que vive cerca de las centrales eléctricas de carbón, en el contexto más amplio de la emergencia climática. “Han puesto en peligro la vida de las personas y también han puesto en marcha medidas que acelerarán la crisis climática”, dice Mustafa Ali, ex director del programa de justicia ambiental de la Agencia de Protección Ambiental.
Para ampliar esta información, vea (en inglés) la conversación que mantuvimos con Mustafa Ali.