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El gobernador de Texas, el republicano Greg Abbott, está enviando autobuses llenos de personas solicitantes de asilo a la ciudad de Nueva York y a otras ciudades “progresistas” de Estados Unidos. Lo hace para expresar su oposición a lo que denomina “la política de fronteras abiertas” del Gobierno de Biden. El 10 de agosto, cerca de cien solicitantes de asilo llegaron a la Terminal de Autobuses de la Autoridad Portuaria de Nueva York en un autobús despachado desde el estado de Texas. Estas personas se suman a las miles de solicitantes de asilo que, de acuerdo a las autoridades de la ciudad, han superado la capacidad del sistema de albergues en los últimos meses. Según algunos relatos, la gente subió a los autobuses y firmó consentimientos para el traslado mediante engaños. Activistas por los derechos migratorios piden al Gobierno municipal, estatal y federal que brinden una mejor atención a quienes llegan a Nueva York. “Lo que estamos viendo es que, en este momento, el gobernador Abbott usa a las personas solicitantes de asilo como piezas de una jugada política, simplemente para mejorar su posición en las encuestas electorales en Texas”, afirma Murad Awawdeh, director ejecutivo de la Coalición de Inmigración de Nueva York, que forma parte de una iniciativa para recibir a las personas, con dignidad, ayuda mutua y asistencia legal.
Para conocer más sobre este tema, vea (en inglés) la conversación que tuvimos con Murad Awawdeh.