El Senado de Estados Unidos aprobó un amplio proyecto de ley de 739.000 millones de dólares para abordar la crisis del cambio climático, reducir los costos de los medicamentos y establecer un impuesto mínimo del 15% para las grandes corporaciones. El domingo, la vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, emitió el voto decisivo después de que todos los republicanos del Senado votaran en contra del proyecto de ley. El líder de la mayoría del Senado, el demócrata Chuck Schumer, describió la legislación como el paquete de medidas de inversión para combatir la crisis del cambio climático más audaz en la historia de Estados Unidos.
Chuck Schumer: “El Senado hoy aprobó el proyecto de ley más importante para combatir la crisis del cambio climático, y esto hará una diferencia para mis nietos. El mundo va a ser un lugar mejor para mis nietos gracias a lo que hicimos hoy, y eso me hace sentir muy, muy bien”.
Muchas organizaciones contra el cambio climático elogiaron al Senado por haber tomado medidas, aunque dijeron que se necesitan acciones mucho más audaces para poder abordar la emergencia climática. Varshini Prakash, fundadora del movimiento Sunrise Movement, publicó en Twitter: “Este no es el proyecto de ley que mi generación se merece, pero es el que podemos obtener. Tiene que ser aprobado para que tengamos la oportunidad de luchar por un mundo habitable. Los líderes juveniles le pedimos a los miembros del Congreso que aprueben este proyecto de ley y luego vuelvan al trabajo”. El proyecto de ley del Senado tiene como objetivo que EE.UU. reduzca las emisiones de carbono en un 40% para finales de esta década. Por otro lado, incluye disposiciones polémicas que fueron agregadas para ganar el apoyo de los senadores demócratas Joe Manchin de Virginia Occidental y Kyrsten Sinema de Arizona. A pedido de Manchin, el proyecto de ley facilitará que la industria de gasoductos y oleoductos obtenga la aprobación de nuevos proyectos, incluido el gasoducto Mountain Valley que se había propuesto construir en Virginia Occidental. El proyecto de ley también podría conducir a que se realicen más perforaciones en tierras y aguas de propiedad pública y a que se amplíen los créditos fiscales para las centrales eléctricas a base de carbón y gas. La organización ambiental Centro para la Diversidad Biológica ha descrito el proyecto de ley como un “pacto climático suicida”. Mientras tanto, ante la insistencia de Sinema, los demócratas acordaron abandonar una propuesta que tenía como finalidad aumentar los impuestos sobre las empresas de capital privado y de fondos de alto riesgo. El proyecto de ley también permitirá que el programa público de salud Medicare comience a negociar algunos medicamentos recetados, lo que podría reducir los precios de los medicamentos para millones de personas; pero durante las negociaciones sobre el proyecto de ley, los republicanos del Senado bloquearon un intento por poner un límite mensual de 35 dólares para insulina para la mayoría de los estadounidenses.
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