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Durante este año, el presupuesto destinado en Estados Unidos a Israel, país que suele ser el mayor receptor anual de ayuda militar estadounidense, ha sido superado por la ayuda militar enviada a Ucrania. Esta proporción podría volver a cambiar ahora que el presidente Biden planea pedir al Congreso que apruebe fondos de emergencia para apoyar la operación militar de Israel contra la Franja de Gaza en represalia por el ataque llevado a cabo el sábado 7 de octubre por milicianos de Hamás. Para debatir acerca de la política de Estados Unidos sobre Ucrania e Israel, nos acompañan Medea Benjamin, de la organización CodePink y Barbara Smith, de la red de organizaciones Ukraine Solidarity Network. Benjamin llama a fortalecer la vía diplomática y trabajar en pos de una desescalada de los conflictos, con el argumento de que “tenemos que salir de esta locura militar que solo beneficia a las empresas fabricantes de armas y trae horror, sufrimiento, muerte y destrucción”. Por su parte, Smith —cofundadora del Colectivo Combahee River y de la imprenta feminista Kitchen Table: Women of Color Press— plantea que los llamados a un alto el fuego inmediato son idealistas. “Esta es una invasión de una potencia imperial, que es Rusia, y yo estoy con el pueblo de Ucrania”, afirma.
Para ver la entrevista completa en inglés, haga clic aquí.
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