El Consejo de Seguridad de la ONU votó el lunes a favor del despliegue de una misión multinacional de apoyo a la seguridad para Haití, al tiempo que el país insular combate el empeoramiento de la violencia de los grupos criminales. La intervención, que se produjo debido a llamamiento reiterado del primer ministro haitiano, Ariel Henry, que cuenta con el apoyo de Estados Unidos, estará dirigida por Kenia y marcará el primer despliegue de fuerzas de seguridad internacionales en Haití en casi 20 años. La propuesta contó con 13 votos a favor y la abstención de Rusia y China. La resolución, que fue redactada por Estados Unidos y Ecuador, autoriza la permanencia de soldados extranjeros en Haití durante un año, con una revisión que se llevará a cabo después de cumplidos los nueve meses de la misión. El Gobierno de Biden prometió destinar al menos 100 millones de dólares para financiar la misión multinacional. Estas fueron las palabras expresadas por el embajador adjunto de Estados Unidos ante la ONU, Jeffrey DeLaurentis.
Jeffrey DeLaurentis: “Esta misión se lleva a cabo a pedido del Gobierno haitiano y de la sociedad civil haitiana para abordar la inseguridad y la grave crisis humanitaria que el país ha estado enfrentado durante demasiado tiempo. El despliegue de esta misión ayudará a respaldar las necesidades críticas de Haití a corto plazo y a fomentar las condiciones de seguridad necesarias para que el país logre la estabilidad a largo plazo”.
Kenia había ofrecido anteriormente contribuir con 1.000 oficiales de policía. Asimismo, las Bahamas, Jamaica y Antigua y Barbuda también se comprometieron a enviar personal de seguridad. Muchos haitianos se han opuesto a la medida debido a las desastrosas intervenciones militares que la ONU, Estados Unidos y otros países han dirigido anteriormente en Haití. Una misión de la ONU que se retiró del país insular en 2017 dejó un brote de cólera que mató a unas 10.000 personas. Los funcionarios de la ONU también fueron acusados de violencia sexual generalizada, incluido el abuso de menores. Por su parte, Amnistía Internacional ha expresado su preocupación por la intervención y por el despliegue de fuerzas armadas dirigidas por Kenia, y recientemente citó el “continuo uso ilegal de la fuerza por parte de Kenia contra los manifestantes”. Mientras tanto, los activistas pacifistas han condenado la medida, que han calificado como una invasión dirigida por Estados Unidos. En 2021, el enviado especial de Estados Unidos para Haití presentó su dimisión a modo de protesta por las políticas del Gobierno de Biden en Haití. En una carta de renuncia, el veterano diplomático Daniel Foote escribió: “Lo que nuestros amigos haitianos realmente quieren y necesitan es la posibilidad de poder trazar su propio rumbo, sin titiriteros internacionales ni candidatos escogidos, sino con un apoyo genuino para [que logren conseguir] ese rumbo”. Si bien no se ha confirmado una fecha para el despliegue de las fuerzas de seguridad, el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blanken, dijo recientemente que podría comenzar en unos meses.