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Nos acompaña el historiador israelí Ilan Pappé para analizar la intensificación de la guerra contra Gaza por parte de Israel, así como un documento que se filtró del ministerio de Inteligencia del país en el que se sugiere expulsar permanentemente a toda la población de Gaza al desierto del Sinaí en Egipto. “Esta es una enorme operación de muerte, limpieza étnica y despoblación”, sostiene Pappé. También plantea que la única manera de garantizar la liberación de los más de 200 rehenes retenidos por Hamás es acordar un intercambio de la totalidad de los rehenes por la totalidad de los miles de presos políticos palestinos detenidos en Israel, entre los cuales hay muchas mujeres, menores de edad y personas mayores: “Esta es la única forma de liberar a las personas que fueron secuestradas”. Pappé, profesor de Historia y director del Centro Europeo de Estudios Palestinos de la Universidad de Exeter, es un destacado opositor a la ocupación. Es autor de varios libros, entre ellos “La limpieza étnica de Palestina”, “Historia de la Palestina moderna. Un territorio, dos pueblos” y “La idea de Israel. Una historia de poder y conocimiento”.
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Transcripción
AMY GOODMAN: Esto es Democracy Now!, democracynow.org, el informativo de guerra y paz. Soy Amy Goodman.
Documentos internos del Gobierno israelí han revelado que el Ministerio de Inteligencia del país está sugiriendo el traslado forzoso de toda la población de Gaza a la península del Sinaí en Egipto. El documento de diez páginas, con fecha del 13 de octubre, ha sido publicado en su totalidad por los medios de noticias israelíes Local Call y +972. El documento propone el traslado de todos los palestinos a Egipto y la creación de una zona “estéril” de varios kilómetros cerca de la frontera entre Egipto y Gaza. El documento recomienda además que Israel evite luego el “regreso de la población a las actividades/residencias cerca de la frontera con Israel”.
Los temores de una nueva Nakba, “catástrofe” en árabe, han aumentado desde que Israel ordenó a todos los palestinos que vivían en la ciudad de Gaza y en el norte de la Franja de Gaza desalojar sus hogares y trasladarse hacia el sur. El 30 de octubre, Riyad Mansour, el embajador palestino ante la ONU, acusó a Israel de tratar de despoblar Gaza.
RIYAD MANSOUR: Quieren despoblar por completo la Franja de Gaza de la totalidad de sus habitantes y dejarlos en manos de Egipto en el desierto del Sinaí. … Nadie debería justificar que nos maten o encontrar razones para dar más tiempo a quien nos mata. Les pido que llamen a poner fin a este asalto contra toda una nación, que detengan las muertes en Cisjordania a manos de colonos y de las fuerzas de ocupación y el desplazamiento forzado que se está llevando a cabo allí.
AMY GOODMAN: Vamos ahora a Haifa, en Israel, desde donde nos acompaña el historiador israelí Ilan Pappé, quien es profesor de Historia y director del Centro Europeo de Estudios Palestinos de la Universidad de Exeter. Además es autor de varios libros, entre ellos “La limpieza étnica de Palestina”, “Historia de la Palestina moderna: Un territorio, dos pueblos” y “La idea de Israel: Una historia de poder y conocimiento”. Ilan Pappé luchó en el ejército israelí hace 50 años durante la guerra árabe-israelí de 1973 y desde entonces se convirtió en un destacado opositor a la ocupación israelí.
Profesor Pappé, bienvenido de nuevo a Democracy Now!
ILAN PAPPÉ: Gracias.
AMY GOODMAN: Para empezar, ¿cuál es su postura sobre lo que está sucediendo hoy? Acabamos de escuchar a un médico en Gaza que acaba de salir del hospital Al-Shifa hace unos minutos.
ILAN PAPPÉ: Sí, Amy, es un placer estar de nuevo en su programa. Gracias por la invitación.
Creo que lo que estamos viendo ahora, lo que está aconteciendo ante nuestros ojos, constituye una situación genocida, en la cual las personas son atacadas, ya sean niños, bebés, en hospitales o en escuelas. Esta es una operación a gran escala con el fin de matar, de realizar una limpieza étnica y de despoblar [Gaza]. El pretexto para ese tipo de salvajismo es la venganza por lo que hizo Hamás el 7 de octubre, pero creo que la verdadera intención aquí no es solo la venganza sino tratar de aprovechar lo que ocurrió el 7 de octubre para crear nuevas realidades en la Palestina histórica. Ustedes lo han llamado una nueva Nakba, yo creo que la Nakba nunca ha terminado para los palestinos, así que es un nuevo capítulo horrible en la continuación de la Nakba que los palestinos están padeciendo. Esta es una situación realmente horrorosa que solo se puede detener desde el exterior, porque no hay motivación en Israel para poner fin a las operaciones, ni para preocuparse más por la vida de personas inocentes, a pesar de lo que el Ejército israelí afirma que está haciendo sobre el terreno mismo.
AMY GOODMAN: Quiero que veamos un breve clip del primer ministro Netanyahu hablando durante el fin de semana.
BENJAMIN NETANYAHU: “Acuérdense de lo que hizo Amalec con ustedes”, dice nuestra Santa Biblia. Y nosotros lo recordamos, y estamos luchando. Nuestras valientes tropas y combatientes, que ahora están en Gaza o alrededor de Gaza y en todas las demás regiones de Israel, se están uniendo a esta cadena de héroes judíos, una cadena que comenzó hace 3.000 años, desde Josué, hijo de Nun, hasta los héroes de 1948, de la guerra de los Seis Días, de la guerra de octubre de 1973 y de todas las demás guerras en este país. Nuestras heroicas tropas tienen un objetivo principal supremo: derrotar por completo al enemigo asesino y garantizar nuestra existencia en el país. Siempre hemos dicho “Nunca más”. Nunca más es ahora.
AMY GOODMAN: Y este es un clip de Netanyahu hablando anoche.
BENJAMIN NETANYAHU: Los pedidos de un alto el fuego son llamamientos a que Israel se rinda ante Hamás, se rinda ante el terrorismo, se rinda ante la barbarie. Eso no sucederá.
AMY GOODMAN: ¿Puede responder a lo que dijo el primer ministro israelí, profesor Pappé?
ILAN PAPPÉ: Sí. Creo que la intención principal aquí es asegurarse de que la gente no entienda el contexto en el que ocurrió la operación de Hamás, despojar los hechos de su componente histórico, olvidar 15 años de asedio inhumano a Gaza, 56 años de una despiadada ocupación y limpieza étnica en Cisjordania, y 75 años de no permitir que los refugiados puedan regresar a sus casas. Creo que esto es un intento de nazificar a los palestinos, lo cual no es nuevo, por cierto, los israelíes lo hacen a menudo. Tal vez recuerde que Menachem Begin comparó a Yasser Arafat en su búnker en 1982 con Hitler en su búnker. La nazificación de los palestinos tiene como objetivo, en primer lugar, dar luz verde a políticas israelíes que no toman en cuenta el derecho internacional o los derechos humanos y, en segundo lugar, desviar la conversación del problema real, que no es Hamás o sus acciones del 7 de octubre, sino más bien las circunstancias que generaron este tipo de violencia. En lugar de hablar del síntoma de la violencia, deberíamos hablar de la fuente de la violencia. Y la fuente de la violencia no ha cambiado. Tenemos millones de palestinos que durante años han sido oprimidos, gobernados y controlados por Israel, y están luchando con los medios que tienen. Y esto va a continuar, a menos que, por supuesto, haya una voluntad de volver a la mesa de negociaciones y preguntarse por qué la violencia estalló en primer lugar y cuáles son los mejores caminos para evitar otro ciclo de violencia en el futuro.
Hay una segunda razón para la retórica de Netanyahu. Él no quiere, desde luego, que los medios israelíes o la comunidad internacional le den atención a sus propios problemas, que eran muy profundos antes del 7 de octubre, y en cambio dice: “Esta es ahora una situación donde no se puede en absoluto… Este es un problema interno. No pueden hablar de mí o de mis fracasos. Israel está ante una amenaza existencial”. Por lo tanto, este tipo de retórica continuará, lo cual es muy peligroso, sin mencionar el hecho de que abusa… cuando usan el Holocausto, se abusa de la memoria del Holocausto, porque a pesar de todo el horror de lo que sucedió el 7 de octubre, esto no es el Holocausto. Y no hay comparación entre los palestinos, que toman acción tras años de opresión y asedio, y los nazis, que atacan a los judíos porque son judíos. No se pueden comparar. Es un lenguaje que no se debería usar. Y creo que Netanyahu está tratando de activar un sentimiento muy vengativo de Israel a su favor. Y los resultados de este tipo de política se están evidenciando ante nuestros ojos, y acabamos de ver el informe tan horrible y a la vez muy conmovedor que tuvieron hace un rato con el médico de Gaza.
AMY GOODMAN: Profesor Pappé, ¿puede hablar de las familias de los rehenes? No están recibiendo mucha atención respecto a lo que están pidiendo, aunque sí reciben una tremenda atención por quiénes son estos rehenes y por quiénes eran las personas que fueron asesinadas el 7 de octubre. Pero hay muchos. Por ejemplo, entrevistamos a Noy Katsman, el hermano de Hayim, que fue asesinado por Hamás el 7 de octubre. Katsman dijo que su hermano era un activista por la paz y él mismo dijo: “No en nombre de mi hermano”. Y pidió un alto el fuego. Quería preguntarle a usted sobre esta presión de las familias de los rehenes y sobre la propuesta de todos por todos. El viernes, justo después de nuestro programa, se dijo que iba a haber una “inminente liberación importante”. Y algunos pensaban que Netanyahu estaba avanzando con la invasión más rápidamente porque no quería que esta posibilidad se hiciera realidad. Explique la propuesta de todos los rehenes, más de 200, a cambio de todos los prisioneros palestinos, y quiénes son estos prisioneros, cerca de 7.000 de ellos.
ILAN PAPPÉ: Sí, creo que no todas las familias, porque creo que en ese grupo hay gente de todo tipo, pero muchos de ellos entienden que la única manera de traer a sus seres queridos a casa es este tipo de intercambio de prisioneros. Estamos hablando de miles de palestinos que están encerrados en cárceles israelíes, muchos de ellos sin juicio. Y son algo así como… Las acusaciones en su contra varían de la participación real en acciones subversivas o violentas contra ciudadanos o soldados israelíes, y los que están encarcelados por ser miembros de una organización palestina. Algunos de ellos son muy jóvenes. Algunas de ellas son mujeres. Algunos de ellos son muy viejos y llevan allí mucho tiempo. Y algunos de ellos acaban de ser encarcelados sin juicio en Cisjordania. Todos son parte del movimiento de liberación de Palestina. Y se necesita una percepción israelí muy diferente de la lucha palestina y de aquellos que participaron en esa lucha para poder decir, de hecho, que este es el único camino a seguir, es decir, liberarlos a todos, hasta el último, y recibir a todas las personas que fueron secuestradas por Hamás el 7 de octubre.
Lo que puedo decirle, Amy, algo que es muy interesante, es que los exgenerales en el Ejército israelí, ex jefes del Mossad y del Shabak, el servicio secreto, están apoyando este tipo de intercambio. Y que estén tomando esta postura es muy importante. Y eso puede explicar el miedo de Netanyahu a permitir que este problema se extienda por más tiempo, porque las voces que están pidiendo tal intercambio no provienen de la extrema izquierda israelí o de los sionistas liberales. Provienen de personas muy poderosas, que encabezaban algunas de las instituciones más importantes, como el Mossad, el Ejército y el servicio secreto.
¿Se llevará a cabo? No lo sé. Depende mucho de cómo se desarrollen las cosas sobre el terreno con respecto a la invasión, sobre lo que nadie en Israel le ofrece a la sociedad israelí ningún detalle de cómo se está desarrollando, pero parece que no va como los israelíes afirman que va, y dependerá mucho, por supuesto, de la comunidad internacional, porque muchas de las personas que están en manos de Hamás tienen doble ciudadanía. Pero no hay duda, Amy, de que esta es la única manera de liberar a las personas que se llevaron el 7 de octubre. Ni una operación de rescate israelí ni un acuerdo fragmentado traerá a toda esa gente de vuelta. Esta es una situación en la que puedes resolver el problema y no retrasarlo por otros cinco o seis años, y en la que tienes a bebés y ancianos que no podrán sobrevivir una larga estancia en cautiverio.
AMY GOODMAN: Profesor Pappé, sus padres eran judíos alemanes que huyeron de la persecución alemana, de los nazis, en la década de 1930. Usted luchó en 1973 en el ejército israelí. ¿Puede hablar de su trayectoria vital y de cómo llegó a escribir un libro sobre la limpieza étnica de Palestina, y de la respuesta de la sociedad israelí, de su universidad, la Universidad de Haifa, y de cómo terminó viviendo en Exeter?
ILAN PAPPÉ: Sí. Amy, fue un proceso. No hubo un momento de epifanía o de despertar que me hiciera tomar posiciones que me situaran como un traidor en mi propia sociedad, y que definitivamente me dejaran sin un grupo de referencia en mi propia sociedad. Para mí, fue un viaje que tuvo muchas estaciones importantes, como pasar algún tiempo como estudiante de posgrado fuera de Israel; tener un supervisor árabe; investigar, como historiador interesado en la historia de mi propio país, en la documentación disponible sobre lo ocurrido en 1948. Todas estas posibilidades, además de conocer a los palestinos en igualdad de condiciones, para poder investigar como historiador profesional historia o documentación que reveló pruebas que contradecían, de una manera muy significativa, la narrativa en la que yo crecí, todo esto me llevó a un momento donde pensé que entendía lo que está pasando en la Palestina histórica, lo que sucedió en la Palestina histórica. Y vi con bastante claridad, al menos desde mi perspectiva, quiénes eran los victimarios, quiénes fueron las víctimas, quién fue el colonizador, quién fue el colonizado, quién ejecutó una limpieza étnica, y quiénes fueron las víctimas de esa limpieza étnica.
Y debido a que mis padres vinieron de Alemania, y debido a que perdimos a muchas personas en el Holocausto, exactamente por ese legado, sentí que no podía ser indiferente al sufrimiento de los palestinos, ni quería ser parte de la sociedad que causó este sufrimiento. Y creo que a medida que pasan los años y la investigación se convierte en algo cada vez más intensivo, y mi comprensión y relación con los palestinos aumenta y se intensifica, tengo mucha más certeza hoy que en los primeros años de mi carrera, ya sea como activista o como historiador profesional, de que estoy muy en paz con mis posiciones morales hacia Israel y el sionismo.
En 2006, esa posición me llevó a recibir presiones de mi universidad para dejar la institución y renunciar. No tenía elección. Tuve que renunciar e irme. Tuve mucha suerte de recibir una oferta de una universidad en Gran Bretaña, donde fundé el Centro para Estudios Palestinos. Todavía soy ciudadano de Israel. Todavía voy a Israel y paso tiempo en Israel y paso tiempo en Gran Bretaña, tratando de dividirme entre los dos lugares. Y sigo creyendo que lo que aprecio como derechos humanos, la moral humana, es la única base para una mejor vida para todos los interesados, judíos y palestinos, por igual, en un Estado futuro que se base en la igualdad, que no discrimine a las personas por su nacionalidad, religión o cultura, y uno que rectifique los males del pasado y permita a los refugiados regresar, y con suerte construir un Estado que irradie e influya a Oriente Medio en su conjunto.
AMY GOODMAN: Ilan Pappé, quiero darle las gracias por acompañarnos. Pappé es profesor de Historia, y director del Centro Europeo para Estudios Palestinos en la Universidad de Exeter, además de ser autor de muchos libros, entre ellos “La limpieza étnica de Palestina” y “Gaza en crisis”, el cual coescribió junto con Noam Chomsky.
A continuación, el sindicato United Auto Workers ha finalizado su histórica huelga de seis semanas contra los tres grandes fabricantes de automóviles de EE.UU. Quédense con nosotros.
Traducido y editado por Igor Moreno Unanua e Iván HIncapié.