Tanques israelíes están rodeando varios hospitales de la Franja de Gaza, tras una serie de ataques contra centros médicos palestinos. La Organización Mundial de la Salud informa que el hospital Al-Shifa de la ciudad de Gaza, el más grande del territorio, sigue siendo objeto de intensos bombardeos. Miles de palestinos que perdieron sus hogares a causa de ataques anteriores se han estado refugiando en tiendas de campaña instaladas en el patio del hospital. El hospital infantil Al-Nasr, también ubicado en la ciudad de Gaza, informó que fue atacado dos veces el jueves y que tuvo que detener casi por completo sus operaciones. Asimismo, el hospital Al-Rantisi, otro centro médico infantil que alberga la única sala de oncología pediátrica de la Franja, se incendió tras un ataque israelí. Un video muestra el momento en que pacientes y trabajadores médicos evacúan el hospital Al-Rantisi portando banderas blancas y luego corren en pánico al oír el sonido de los disparos. Al menos seis de los hospitales de Gaza han sido atacados en las últimas 24 horas. La cifra de palestinos que han muerto desde el 7 de octubre asciende casi a 11.000, entre ellos 4.400 niños y niñas.
La Casa Blanca dijo el jueves que Israel había acordado detener sus ataques en el norte de Gaza durante cuatro horas al día para permitir que la población civil se desplace hacia el sur del enclave palestino. La ONU estima que, solo el jueves, 50.000 personas se vieron obligadas a trasladarse a pie a lo largo de lo que las fuerzas armadas israelíes denominan un “corredor humanitario”. Muchas de estas personas compararon esta expulsión masiva de gazatíes con la “Nakba”, un acontecimiento ocurrido en 1948 en el que unos 700.000 palestinos se vieron forzados a abandonar sus hogares y convertirse en refugiados durante el período de la creación del Estado de Israel.
Um Hassan: “¿Qué se ve detrás de nosotros? Destrucción y muerte. Esto se ha convertido en una segunda Nakba para los palestinos. ¿Qué más quiere el mundo?”.
Khaled Abu Issa: “El campamento de refugiados de Beach está en llamas. También lo están todas las zonas del norte y oeste de Gaza. Están forzando a las personas a ir a las escuelas y luego las asustan para que se vayan. Lo que vemos hoy es un plan para una segunda Nakba”.
“Nakba” significa “catástrofe” en árabe.
Craig Mokhiber, exdirector de la Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos en Nueva York, criticó los llamados “corredores humanitarios” de Israel y escribió al respecto: “Las pausas de cuatro horas [por día] entre masacres no son 'humanitarias'. No son más que una limpieza étnica dirigida. Decirles a las víctimas enjauladas 'adelante, les daré una ventaja antes de volver a matarlas' es una farsa cruel y cínica, por la que los perpetradores deben rendir cuentas”.
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El Departamento de Defensa de Estados Unidos afirma que dos aviones de combate estadounidenses bombardearon este miércoles un depósito de municiones utilizado por milicias respaldadas por Irán en el este de Siria. El ataque aéreo reportado se produce luego de una serie de ataques con drones y misiles contra personal militar de Estados Unidos apostado en Irak y Siria. Esta semana, el Pentágono informó que 46 militares estadounidenses desplegados en esos países resultaron heridos durante el último mes. Los rebeldes hutíes de Yemen afirmaron el jueves haber derribado un dron estadounidense que sobrevolaba el mar Rojo y haber disparado una serie de misiles de largo alcance contra Israel. Un portavoz de los hutíes dijo que llevarán a cabo más ataques hasta que Israel detenga su ofensiva contra los palestinos. En París, el secretario general adjunto de Asuntos Humanitarios de la ONU, Martin Griffiths, advirtió el jueves que el ataque de Israel contra Gaza está a punto de desencadenar una guerra de mucho mayor alcance en todo el Medio Oriente.
Martin Griffiths: “La guerra, de hecho, es un virus que siempre quiere expandirse. Y el conflicto actual es como un reguero de pólvora que podría extenderse y consumir toda la región. Cuando veamos lo que puede suceder en el futuro, pensaremos que estos han sido días tranquilos”.
Una alta funcionaria del Departamento de Estado de EE.UU. dijo el miércoles que es probable que el número de palestinos que han muerto a causa de los bombardeos israelíes sea mucho mayor que los más de 10.000 que el Ministerio de Salud de Gaza ha reportado. Barbara Leaf, subsecretaria de Estado de Estados Unidos para Asuntos del Cercano Oriente, hizo estos comentarios al testificar ante un panel de la Cámara de Representantes estadounidense.
Barbara Leaf: “Es muy difícil para cualquiera de nosotros evaluar cuál es la tasa de muertes. Francamente, creemos que es muy alta. Y podría ser incluso mayor que la que se reporta. Solo lo sabremos cuando callen las armas”.
El testimonio de Barbara Leaf se produce después de que el presidente Biden y altos funcionarios de la Casa Blanca pusieran en duda el recuento de muertos y heridos del Ministerio de Salud de Gaza, a pesar de que organizaciones de defensa de los derechos humanos, las Naciones Unidas e incluso el Departamento de Estado de EE.UU. citan habitualmente esas cifras.
En Nueva York, cientos de personas bloquearon este jueves varias calles céntricas del distrito de Manhattan para realizar una nueva ronda de protestas que exigen un alto el fuego en Gaza y el fin de la ocupación israelí de Palestina. Cientos de estudiantes de escuelas públicas se sumaron a la movilización. Mientras tanto, un numeroso grupo de trabajadores de los medios encabezó una marcha hacia la sede del periódico The New York Times y luego ocupó la entrada del edificio del periódico durante más de una hora. Los manifestantes acusaron al medio de tener una cobertura informativa sesgada a favor de Israel. Asimismo, los manifestantes leyeron los nombres de los al menos 36 periodistas que han muerto en Gaza a causa de los ataques israelíes y distribuyeron periódicos ficticios con las palabras “The New York Crimes”, en lugar de “The New York Times”, en los que acusaban al periódico de “complicidad en el blanqueo del genocidio”. Estas fueron las palabras expresadas por el escritor y poeta palestino Mohammed El-Kurd.
Mohammed El-Kurd: “Es impactante ver a cientos de escritores y periodistas participar en esta movilización. Esto nos indica que la mala praxis periodística, que incluye omitir hechos, usar la voz pasiva, negar los crímenes de guerra, tratar la vida de los palestinos como si fueran de menor valor, así como demonizar, denigrar y deshumanizar a la población palestina y a su resistencia, es completamente inaceptable si queremos ser veraces y leales a las normas de nuestra profesión”.
La fotógrafa de renombre mundial Nan Goldin canceló un proyecto de colaboración con el periódico The New York Times debido a lo que ella describió como la “complicidad” del periódico con Israel y al modo en que el diario “cuestiona la veracidad de todo lo que dicen los palestinos”. La artista ha participado activamente en las recientes protestas por los derechos del pueblo palestino, entre ellas la movilización que se realizó esta semana frente a la Estatua de la Libertad en Nueva York en la que participaron unos 500 miembros de la organización Voz Judía por la Paz. Goldin también firmó una carta suscrita por otros 2.000 artistas, entre ellos Kara Walker y Tilda Swinton, en la que se pide un alto el fuego en Gaza.
Estudiantes de universidades de diversas partes de Estados Unidos se han manifestado en contra del ataque israelí en Gaza, financiado por Estados Unidos, en medio de crecientes medidas represivas por parte de las autoridades universitarias. En la Universidad de Brown, 20 estudiantes judíos que participaron en una sentada de protesta fueron arrestados el miércoles. Los estudiantes instaban a la universidad a considerar una resolución para retirar inversiones. Cientos de compañeros de esos estudiantes entonaron cánticos judíos en las afueras de ese centro universitario en solidaridad con la sentada. Mientras tanto, miembros del grupo estudiantil Coalition Against Apartheid del Instituto de Tecnología de Massachusetts realizaron una protesta pacífica, a pesar de las amenazas emitidas por la administración de ese centro educativo.
Estudiante 1: “Estamos aquí porque el Instituto de Tecnología de Massachusetts ha amenazado ahora con suspender a todos los manifestantes que participaron en la protesta pacífica [denominada] 'Que la ciencia no apoye el genocidio'. Y debemos luchar para que se escuche nuestra voz, porque somos la voz de Gaza fuera de Palestina”.
Estudiante 2: “Hay mucho entusiasmo en torno a 'Que la ciencia no apoye el genocidio', porque mucha gente viene aquí al Instituto de Tecnología de Massachusetts porque se preocupa por la ciencia, por la ingeniería. Quieren hacer un bien al mundo. Pero cuando llegan al instituto, se desilusionan al descubrir que nuestro trabajo no va dirigido al bien ni a favor de la gente. Va dirigido hacia la guerra, hacia una guerra sin fin”.
En la ciudad de Nueva York, estudiantes de la Escuela de Trabajo Social de la Universidad de Columbia realizaron una sentada de protesta, a pesar de las múltiples amenazas de sanciones académicas. En el Capitolio de Estados Unidos, grupos de estudiantes se manifestaron durante una audiencia que se estaba llevando a cabo en el Congreso el miércoles. Los estudiantes protestaron contra la demonización de las voces en defensa del pueblo palestino y contra las acusaciones injustas de antisemitismo para suprimir cualquier crítica a Israel. Los estudiantes fueron expulsados de la audiencia y detenidos. La audiencia que se estaba desarrollando en la Cámara de Representantes estadounidense se denominaba “Libertad de expresión en los campus universitarios”.
En la República Democrática del Congo, un récord de casi siete millones de personas han tenido que abandonar sus hogares debido a los conflictos y actos de violencia que afectan actualmente a ese país. La Organización Internacional para las Migraciones presentó estos datos, y advirtió que en el Congo se vive una de las mayores crisis humanitarias y de desplazamiento interno de población en el mundo. La región oriental del Congo ha sido la más afectada debido a los combates entre decenas de grupos armados. Las comunidades locales han encabezado protestas contra la fuerza de mantenimiento de la paz de las Naciones Unidas, ya que alegan que no ha logrado evitar la escalada de violencia en el país. En octubre, al menos ocho miembros del personal de esa fuerza en el este del Congo fueron suspendidos por acusaciones de agresión sexual.
En Estados Unidos, el senador demócrata conservador Joe Manchin dijo el jueves que no se presentará para la reelección en 2024. El senador de Virginia Occidental ha hecho una fortuna personal valuada en millones de dólares gracias a su empresa familiar relacionada con la industria del carbón y es el mayor receptor de donaciones de la industria de los combustibles fósiles en el Congreso estadounidense. Al anunciar su decisión, Manchin pareció dejar abierta la posibilidad de postularse como candidato a la presidencia de Estados Unidos.
Senador Joe Manchin: “Siento de corazón que he cumplido con lo que me propuse hacer por Virginia Occidental. He tomado una de las decisiones más difíciles de mi vida y he decidido que no me presentaré a la reelección para el Senado de Estados Unidos. Pero lo que haré es viajar por el país y manifestar mi posición para saber si hay interés en crear un movimiento que movilice [a las personas de] centro”.
Manchin ha recibido el apoyo de No Labels, una organización respaldada por multimillonarios que está estudiando la posibilidad de postular a la presidencia del país a un candidato de un tercer partido.
La doctora Jill Stein anunció el jueves que buscará la nominación del Partido Verde para las elecciones presidenciales de 2024 en Estados Unidos. Stein fue candidata a la presidencia en 2016. Hasta hace poco, Stein era la directora de la campaña presidencial de Cornel West, quien se postulaba para la nominación del Partido Verde en las elecciones de 2024, pero que ahora se postula de forma independiente para la presidencia.
Un tribunal federal del estado de Alaska falló a favor del Gobierno de Biden respecto a la aprobación del proyecto Willow, un proyecto de extracción de petróleo y gas de la compañía ConocoPhillips en la Reserva del Ártico Occidental de Alaska. Se anticipa que este proyecto, valuado en 8.000 millones de dólares, emitirá más de 260 millones de toneladas métricas de gases de efecto invernadero en los próximos 30 años. Las organizaciones ecologistas e indígenas que han estado luchando contra el proyecto afirmaron que están considerando apelar la decisión del tribunal.
El estado de Texas ejecutó a Brent Brewer, un hombre de 53 años que pasó tres décadas en la lista de los condenados a muerte. El equipo legal de Brewer había argumentado que el jurado había dictado una sentencia de muerte basándose en el testimonio de un psiquiatra forense que nunca examinó a Brewer, y cuyos argumentos fueron posteriormente declarados “ciencia basura” por un tribunal de apelaciones de Texas. Una de los miembros del jurado que estuvo de acuerdo con la sentencia de muerte se retractó más tarde.
El Departamento de Justicia de Estados Unidos ha iniciado una investigación sobre presuntas violaciones de los derechos civiles cometidas por la policía en Lexington, una ciudad del estado de Misisipi cuya población es mayoritariamente negra. Estas fueron las palabras expresadas por la fiscal general adjunta, Kristen Clarke.
Fiscal general adjunta Kristen Clarke: “Evaluaremos si el departamento de policía [de Lexington] hace un uso excesivo de la fuerza; viola los derechos civiles y constitucionales de las personas durante los controles de tránsito, registros y arrestos; lleva a cabo actividades policiales basadas en la discriminación racial; o viola los derechos civiles de las personas a expresarse o comportarse de maneras amparadas por la Constitución”.