Un año después de la invasión rusa a Ucrania, muchos países africanos siguen tratando de evitar posicionarse fuertemente en contra o a favor de cualquiera de las partes en conflicto y mantienen cuidadosas relaciones diplomáticas con ambas partes, incluso cuando la guerra ha tenido un gran impacto en los precios de los alimentos y el combustible en todo el continente. La escritora y analista política keniata Nanjala Nyabola señala que en dicha neutralidad inciden tanto los recuerdos de lo que fue para África ser una zona de conflicto durante la Guerra Fría, como el deseo de trazar políticas exteriores independientes de las antiguas potencias coloniales europeas.
Para ampliar esta información, vea (en inglés) nuestra conversación con Nanjala Nyabola.