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El domingo 26 de febrero, colonos israelíes saquearon e incendiaron casas palestinas del pueblo de Huwara, ubicado cerca de la ciudad de Naplusa en el territorio ocupado de Cisjordania. Al menos un palestino murió en el ataque y otras decenas de personas resultaron heridas. La organización israelí de derechos humanos B’Tselem ha acusado al Gobierno de Benjamin Netanyahu de respaldar un pogromo en Huwara. El miércoles 1 de marzo, el ministro de Finanzas israelí, Bezalel Smotrich, afirmó que Huwara debe ser “aniquilada” y que el Estado de Israel debe hacerlo. En respuesta, 22 especialistas israelíes en derecho internacional enviaron una carta al fiscal general del país exigiendo una investigación inmediata contra Smotrich por posibles crímenes de guerra. El portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos, Ned Price, también expresó su repudio a los comentarios de Smotrich, aunque enmarcó el conflicto como bilateral al referirse a la necesidad de condenar la “incitación a la violencia” del lado palestino. Mientras tanto, Nabil Abu Rudeineh, portavoz del presidente palestino, Mahmoud Abbas, pidió a Estados Unidos que, ya que es el aliado internacional más poderoso del Gobierno israelí, tome medidas para detener esta violencia. Analizamos sobre esta última escalada de agresiones en la ocupación israelí con Saddam Omar, habitante de Huwara que fue testigo de los ataques de los colonos, y Gideon Levy, galardonado periodista y columnista israelí del periódico Haaretz.
Para ver la entrevista completa en inglés, haga clic aquí.
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