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La Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU) de Colorado ha iniciado una demanda judicial contra el FBI, el Departamento de Policía de Colorado Springs y agentes de policía locales por espiar ilegalmente a la activista Jacqueline “Jax” Armendáriz Unzueta y al Centro Chinook, un centro comunitario de la ciudad de Colorado Springs. “Fue uno de los peores momentos de mi vida”, dice Unzueta sobre la investigación que realizó sobre ella la policía, la que describe como “increíblemente invasiva.” La demanda acusa a estos organismos gubernamentales de “registrar e incautar de manera inconstitucional e invasiva teléfonos, ordenadores, dispositivos y chats privados de personas y organizaciones cuyo discurso no es del agrado del Departamento de Policía de Colorado Springs”. Hace poco se dio a conocer que una detective del FBI llamada April Rogers se infiltró en el Centro Chinook en 2020 haciéndose pasar como voluntaria. Hablamos con el periodista de investigación Trevor Aaronson que fue quien expuso esta infiltración policial en una organización social. Aaronson, reportero del medio The Intercept y creador del podcast Alphabet Boys, señala que la oficial de policía se hacía llamar Chelsie y “durante más de un año, trabajó de manera encubierta para el FBI” espiando la actividad del Centro Chinook e intentó sin éxito tender trampas a activistas locales para inducirles a participar en conspiraciones de tráfico de armas. Este hecho fue parte de una estrategia más amplia del FBI para infiltrarse en organizaciones de izquierda y de lucha por la justicia racial del estado de Colorado después del asesinato de George Floyd por parte de la policía.